Calígula sin acento y otro día en la blogobera
Tronó mucho y llovió poco
ayer en la blogosfera.
La cosa vive y prospera
como el estafilococo.
El desconcierto barroco
se expande y autorregula,
no es de nadie y nadie anula
su voz en el desconcierto.
El protagonismo ha muerto.
¡Lo maté yo, Caligula! el titulo de este post hace de link directo a
Salcedo diario
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