sábado, julio 17, 2010


A BORDO

Vela abajo, mozo arriba,
Acá el roto, allá el peñasco,
Ido el sol, recio el chubasco,
Y el barco, no barco, criba:

Gigante el viento derriba
Los hombres de las escalas;
Desatadas van las balas
Rodando por la cubierta,-
¡Y yo, en medio a la obra muerta
Vivo, mi hijo en las alas! -

JOSE MARTI

3 comentarios:

Amable dijo...

ENVILECE, DEVORA...
Envilece, devora, enferma, embriaga
La vida de ciudad: se come el ruido,
Como un corcel la yerba, la poesía.
Estréchanse en las casas la apretada
Gente, como un cadáver en su nicho:
Y con penoso paso por las calles
Pardas, se arrastran hombres y mujeres
Tal como sobre el fango los insectos,
Secos, airados, pálidos, canijos.

Cuando los ojos, del astral palacio
De su interior, a la ciudad convierte
El alma heroica, no en batallas grandes
Piensa, ni en templos cóncavos, ni en lides
De la palabra centelleante: piensa
En abrazar, como un haz, los pobres
Y adonde el aire es puro, y el sol claro
Y el corazón no es vil, volar con ellos.

Margarita Garcia Alonso dijo...

Gracias por los poemas de Marti que me va dejando en los blogs, amigo Amable.

Amable dijo...

De nada Margarita, acabo de leerme tu poemario, eres martiana con ironia de mujer que mucho ha sentido y vine por tus blogs para darte la enhorabuena, me cautivas.
ME HAN DICHO, BUEN FLORENCIO
Me han dicho, buen Florencio - que deseas -
Ver un grano de trigo,
Luego que sobre él cruza y recruza
La rueda corpulenta del molino:

¡Pues, bien! ábreme el 'pecho:
Que traigo en él un grano bien deshecho.