del morbo a la amenaza de muerte

Las abstracciones son confusas para mí que debo obligarme a poner todos los días los pies a tierra, dejar a un lado el pincel, la poesía y buscarme la comida. Tengo el pc según mis medios y nunca me ha pagado nadie por escribir contra los Castro, y menos estoy involucrada en partidos políticos, solo tengo amigos que compartimos suerte, ideas y queremos ayudar con la palabra- si es que poéticamente se puede seguir pensando que vale, dada las manipulaciones de La habana, que en monolítico aparato de propaganda, las tergiversa.

Grave asunto, abstraerse y no hacerles el juego, dejar las fisuras que son tantas e ir a la grieta, la que duele y están ocultando con epistolarios bizantinos, declaraciones ruinosas con falso aire de populares, comunicados, dictados, conciertos… -si, hasta lo que propone la disidencia que dicen ignorar lo retoman y revuelcan en estiércol . No soy adivina, no sé el camino bueno, voy por intuición, a corazonadas, como muchos otros, creo yo.

No pertenezco al mito de que nací gusana, soy de una familia de guajiros y pescadores para quienes apartarse de casa, ir hasta la Habana ya era un largo viaje, aterrador por el transporte y la mentalidad de la finca. Imagínense como debo haber andado sin autorización, desafiado puertos para tener la experiencia humana y “política” de ahora, entre comillas lo único que se me ha pegado de esa palabreja es que si no sirve para que la gente este mejor, conozca un poco la vida y crezca su individualidad, es pura teoría de porquería.

Nunca he estado bien en el exilio –miento, estuve unos tres años por Madrid donde reaprendí la lengua, y me sacudí de Francia, país muerto, donde jamás he tenido concordancias, dado que vivo al norte, en la rudeza de la Normandía. Cuando los cubanos e intelectuales que conocí andaban organizándose, publicando, yo trataba de rescatar fragmentos de mi cabeza rota, criar a mi hija y subsistir sin dejar de dar palique y denunciar –en aquel entonces en foros.

Dos poetisas de Matanzas, Laura y Mabel, no creo que tengan consciencia, esos dos ángeles me rescataron, al datar y recordar, quien yo era en las letras. Carlos Wotzkow
lo hizo en lo político y gracias a este hombre pude publicar en importantes medios y denunciar a los Castro.

Omito detalles duros, lo fue, a veces es, y otras tantas gana terreno el desaliento.

En Cuba me vapulearon dos o tres veces: una porque era vecina, trabajaba, me relacionaba, iba a jugar pelota o al Malecón, o recibía a algunos chicos de PAIDEIA; otras cuando me condenaron a escribir para “Pioneros”, “Zunzún”, y compañía, el resto fue comerme un aplanador proceso tras la muerte del Moro, que culmino cuando me dejaron fuera y sin papeles para regresar, ni para hacerme otra vida. De todo esto ya he escrito. Como ven, ningun merito, que subsistir.


Amigos tengo, de los jurados a vida. Otros que admiro no me han aceptado y he respetado distancia. Si viene un palo lo devuelvo y sigo porque no me interesa alimentar enemigos, simple filosofía de la existencia; ahora bien que un gallego parisino me envenene- ya va para un año- degradándome en lo moral, ético, humano, sicológico, político, tal aberración y morbo de cancerbero fascista nunca la había sufrido.

Ignoro, alerto, ignoro y sigo por Cuba. Ahora quiero señalar un aspecto gravísimo: mi blog esta repleto de amenazas de muerte de este personaje– sea la entrada sobre Orlando Zapata, las damas de Blanco, Fariñas, el cambio, lo que sea- y Cuba inglesa sigue haciéndose eco de su infamia, promoviendo al fachista de José Luis Sito.

He dicho muchas veces que no soy El Látigo cubano.Lo que sé de este mercenario de Sito es porque él me lo dijo, no le soporto en ningún plano, y se lo dije en su cara. Conozco a pocas personas que recuerden haber tropezado con un mojón más allá de una semana. Libre soy de escoger a quien frecuento, de quienes me aparto. No le hice sopas a la dictadura, no voy a avalar a ningún enviado por mucho que me persiga, mienta, rebaje y socave mi estructura. Es el precio de estar en destierro, y en libertad: digo, y hago lo que estime. Respeto, es mi máxima, la que me están ultrajando y me obliga a responderles (si, ya sé, lo convertiran en el mismo jueguito que sucede con La habana, les dara de que hablar y tergiversar , pero hasta donde se pueden soportar hijeputadas?).

Sin conocer su toxicidad, mucho antes de saberlo, habían señalado a Jose Luis Sito , en Cubaencuentro, la crápula pretenciosa que es. Todo esta escrito, desde el blog de Ferrer, después en CI No.1, andaba buscandose mentor y patente; yo lo desconocía porque no soy habitual de esos sitios. Le han puesto en su lugar anónimos y hombres, pero el encarne es conmigo, al resto les pone diminutivos, y lame el culo.

No entro a CI porque pregona la mezquindad contra intelectuales y artistas bajo la divergente opinión sobre la libertad. Para mi algo que ensancha, nunca que humilla, o persigue sea a quien sea. "Anónimo" era un conspirador del equilibrio, no la degradación del ser humano.

No puedo convertir este blog en una sucursal de respuestas a los improperios, y ofensas,- son diarias, sea el tema que sea-ni entrar en detalles barriobajeros con quien alentó a este esquizofrénico delirante de Sito a perseguirme, aun si Armando Añel e Ignacio Granados desconocen quien le orienta, o su enfermedad, o su trauma, para algo esta la lógica y la ética, -no tengo necesidad de andar en anónimos cuando asumo bajo nombre aquí, no me sale poner fotocopias aquí de mis hospitalizaciones, mientras ellos se conversaban entre ellos como si allí estuviera, por favor, hasta donde llegan en bajezas y complicidad, un webmaster sabe quien entra o no a su blog, ni tengo que dar explicaciones a ningún comemierda que invente historias y leyendas delirantes. La manía de controlar lo que hacen blogueros y blogs, es de una mediocridad que da lastima, si no fuera odiosa.

Repito el derecho de cualquier espacio, pero dejen de pulular mi nombre. Les ignoro y el “Punto facho morbo” sigue y toma dimensiones de salvajada. Stop y sin ninguna decencia, porque con los delincuentes no vale pasar a otra cosa y hacerse la fina, agradezco a El látigo, quien ha tenido a bien frenar esa campaña, creyendo aun en el honor frente a esa fumigación sostenida de mierdas.

Y repito, no soy El Látigo, jamás he peguntado quién es. Nadie se fue de Cuba para que le orienten, e intimiden “revolucionariamente”. El aduanero intermitente que agrede y especula que se consiga otro fetiche, y me deje tranquila. No voy a convertir Chiquita en el blog dedicado a un bastardo de Franco y mucho menos dejar de ir, comentar, visitar, ser quien soy contra los Castro.

Quede testimonio de la manipulación, con lo jodía que esta la isla.

Ultimatum del Infiierno
Imagenes y video tomado de El latigo cubano.


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