Cuba importó alimentos de EE.UU. por 4.400 millones de dólares desde 2001 Cuba importa cuatro quintas partes de los víveres que consumen sus 11,2 millones de habitantes, a pesar de que el Estado ha mantenido ociosas por décadas más de la mitad de las tierras cultivables, según ha dicho el presidente, el general Raúl Castro.
sin cargos de consciencia.
8 comentarios:
Anónimo
dijo...
ABIAN USTEDES ESTO? .....Pues entérense.
LA VENTA DE CASAS EN CUBA Jorge A. Sanguinetty, Diario Las Américas
La noticia nos llega desde Londres por el Daily Mail y si usted tiene acceso a la Internet, puede verificarla en
El autor del despacho es Graham Norwood y nos trae un anuncio sorprendente. Traduzco del inglés: “casas privadas de vacaciones están en venta para compradores extranjeros por primera vez en 50 años”. El periodista se refiere a que se están vendiendo 848 (ochocientas cuarenta y ocho) casas para vacacionistas en el Club Carbonera, un reparto frente al mar en la playa de Varadero con una extensión de 170 hectáreas. La construcción comenzará a fines de este año bajo el diseño de arquitectos británicos, españoles e italianos, “que le dan un giro modernista al estilo colonial que caracteriza a las casas en la isla”. “Algunas casas serán diseñadas por Conran & Partners, agrupándose alrededor de piscinas privadas con terrazas y patios con jardines. Otras estarán frente al mar, mirando al Estrecho de la Florida. Habrá un club de yates--los compradores podrán traer sus propias embarcaciones o alquilarlas en el club—más un hotel de cinco estrellas…Los visitantes a Cuba podrán pertenecer al Club Carbonera por unas 615 libras [unos 900 dólares]”. Lo extraordinario de la noticia es que, por regla general, los países que venden propiedades a los extranjeros no excluyen a sus ciudadanos ni de adquirir propiedades, ni de ganar suficientes ingresos para poder adquirirlas. De acuerdo con el reportaje, las propiedades que se venden tendrán un precio de unos 1,400 (mil cuatrocientos) dólares por metro cuadrado, de manera que una modesta casa de cien metros cuadrados costará unos 140,000 dólares por ahora, equivalente a lo que un cubano puede llegar a ganar en unos ¡686 (seiscientos ochenta y seis) años! Esta simple aritmética, estimando el equivalente de 17 (diecisiete) dólares al mes como salario promedio, mide la distancia que separa hoy al trabajador cubano de un nivel de vida decoroso.
Por otra parte hay que señalar que los arquitectos y los que diseñan estos conjuntos turísticos y urbanos también son extranjeros, lo cual no sería criticable si los profesionales cubanos en el giro de la arquitectura, el urbanismo y la construcción tuviesen las mismas oportunidades. ¿Para qué entonces el gobierno cubano alardea tanto de sus sistemas educativos universitarios si no emplea a sus graduados y profesionales? Seguramente los cubanos tendrán oportunidades de trabajar en la construcción de esas casas y clubs como peones y también podrán trabajar como sirvientes de los dueños extranjeros, pero éstas serían sus únicas oportunidades, más allá de las cuales no hay posibilidad de prosperar. Y ¿de dónde vendrán los materiales de construcción necesarios y el resto del avituallamiento de las nuevas construcciones? Sin duda que algunos vendrán de la propia producción nacional, reduciendo la disponibilidad para las viviendas de los cubanos, mientras otras serán importadas, pagadas con la divisa que cobrará el gobierno de los compradores. Todo esto muestra cómo Cuba se ha convertido en un país de compartimentos estancos, donde los cubanos que viven en ellos no tienen acceso ni al trabajo ni al consumo que se necesita en cualquier economía moderna, aún cuando sea pobre. Los cubanos han ido más allá de la pobreza, pues además de sus bajos niveles de producción y consumo, viven en la angustia sofocante de la incertidumbre, con el temor permanente de que cualquier cosa que hayan alcanzado hoy, por poco que sea, pueden perderla mañana. Ni siquiera la pobreza está garantizada en Cuba. Mientras tanto el gobierno continúa tomando decisiones que van en detrimento de la ciudadanía, como si ésta no existiera. En alguna medida esto es cierto; la ciudadanía parece haber dejado de existir porque no ha sido capaz de protestar en gran escala, ni mostrar colectivamente su desacuerdo aunque sea pacíficamente con las políticas del gobierno. Como apunté en el artículo anterior, Cuba se ha ido degradando como nación y lo que ayer parecía una simple finca, hoy se asemeja más a una bodega, donde los once millones de seres que habitan la isla ni siquiera pueden operar como ciudadanos en el concepto moderno del término. Esto ha engendrado en muchos compatriotas una creencia generalizada de impotencia, lo que desemboca en una modorra colectiva, en una sensación de que todo está perdido, que el país no existe, que todo lo que queda por hacer es escapar al extranjero
El problema es que aunque todos los cubanos quieran irse de la isla, tal éxodo no es posible y mientras mantengan la expectativa conjunta e irrealista de que podrán emigrar algún día, nadie hará nada por cambiar esta increíble situación. Algunos jóvenes parecen haberse dado cuenta de esto, pero no conocemos su proporción. En cualquier caso hay una cosa clara: Cuba cambiará cuando los cubanos decidan cambiarla, lo cual pudiera incluir a algunos que pertenecen hoy a la nomenclatura. Los cubanos deben comprender dos cosas: que la mayoría no podrá emigrar y que si no hacen algo colectivamente, los gobiernos de turno continuarán abusando de ellos. Sabemos cuán difícil es para los cubanos en la isla organizarse ahora, después que el país cayó en la trampa del totalitarismo. Por eso es importante que ellos encuentren sus propios medios de lucha por su libertad. En el exilio debemos apoyar aquellas iniciativas en la isla que ayuden al país a evolucionar para que los cubanos ganen algún poder frente al gobierno actual. El hecho que el gobierno cubano esté comenzando a construir repartos enteros para venderles las casas a extranjeros en presencia de la crisis generalizada de la economía que afecta a todos los cubanos, tiene implicaciones morales y económicas. A todas luces tal iniciativa se debe a la crisis económica por la que está atravesando el gobierno cubano, lo cual repercute con saña en los once millones de ciudadanos que habitan la isla. Como es tradicional, la verdadera política del gobierno no se conoce en su totalidad. Así se anuncia oficialmente que hay que reducir los niveles de consumo como parte de una política de austeridad, mientras brilla por su ausencia una política de reactivación de la economía. El gobierno sabe, por supuesto, que la austeridad no genera ingresos; que de hecho la crisis actual está causada por una caída de los ingresos externos del país y por eso hay que buscar fuentes alternativas en el extranjero aunque sin mejorar la economía doméstica.
En los últimos años las principales fuentes de ingreso del gobierno cubano han sido la exportación del níquel, el turismo y las remesas de dinero de los cubanos que viven fuera del país. Pero también ha tenido fuentes no reconocidas oficialmente, como la venta a extranjeros del patrimonio nacional expropiado sin compensación a sus dueños originales y también las que muchos conocedores afirman que provienen del tráfico de drogas y del lavado de dinero. Ahora, las ventas de casas que se están anunciando internacionalmente pero no en la isla, representan una indicación de que para mantener sus ingresos el gobierno está dispuesto a vender segmentos del país. Creo que esta nueva iniciativa es resultado de la renuencia del gobierno, posiblemente de Fidel Castro en especial, de liberalizar la economía nacional, o sea, levantando su bloqueo interno a la economía de los cubanos, los cuales siguen dando muestras de adaptarse mansamente al hecho de que ellos no cuentan en el país donde nacieron. Todo esto significa que las ventas de propiedades a extranjeros deberán continuar indefinidamente mientras las fuentes ya tradicionales no produzcan lo suficiente. Es interesante notar que la economía cubana depende fundamentalmente del capitalismo internacional mientras que las formas supuestamente socialistas de producción nunca fueron capaces de darles a los cubanos, ni al gobierno mismo un sustento mínimo estable en cincuenta años. Uno pudiera pensar que para un extranjero, impresionado por la propaganda que se hace internacionalmente y a quién le venden la isla como un paraíso, debiera ser un riesgo muy elevado invertir en un país que no respeta los derecho de propiedad. Sin embargo, los extranjeros no ven la realidad cubana porque nadie los saca de su indolencia y de su ignorancia. Y lo que es todavía más triste, en su miseria y decadencia Cuba se ha ido convirtiendo en una curiosidad para muchos que viven fuera de Cuba. El espectáculo combinado de los autos fabricados en los años cincuenta, la ruina de sus ciudades, la indigencia caleidoscópica de sus habitantes y los mitos que se han ido tejiendo acerca de la revolución y sus íconos han hecho de nuestra pobre Cuba una especie de zoológico, museo viviente o una oportunidad semi-esquizofrénica de viajar en el pasado. El componente de la prostitución fue un elemento para atraer turistas, pero todavía quedan muchas más atracciones que pueden ser explotadas lucrativamente por un capitalista y empresario cubano llamado Fidel Castro. La mansedumbre que emana de la gran mayoría de los cubanos ayuda a los que ostentan el poder en Cuba a disponer del país como su propiedad privada, mientras continúan desmantelando lenta pero inexorablemente todo vestigio de nación. Esta demolición espiritual de un pueblo debiera ser observada y estudiada por aquéllos que creen en el socialismo y que se puede justificar una revolución para cambiarlo todo en una sociedad simplemente porque la misma no funciona como la utopía caprichosa en que sueñan algunos intelectuales y los tontos que creen en ellos.
De los políticos socialistas ni hablo. Crean o no en la ideología, utilizan las debilidades de las sociedades donde operan y la ignorancia y desorganización de sus ciudadanos para justificar un cambio que los favorece sólo a ellos. Es la avaricia del poder lo que los mueve; la ideología es sólo el adorno que servirá de disfraz y de engaño. Cuando sus seguidores se den cuenta de la trampa en que han caído, será muy tarde para evitar la debacle.. Sobre la venta de las casas y la construcción de hoteles de lujo y facilidades para yates, también hay que considerar que la inversión parece estar inspirada en la expectativa de que pronto las relaciones entre los gobiernos de Cuba y EEUU conducirán a una apertura de relaciones, incluso el posible levantamiento del embargo. O sea, como que la mayoría de los cubanos parece aceptarlo todo y los pocos que se oponen están divididos y no tienen influencia alguna en la política interna, el mundo entero debe estarse preparando para negociar con la isla-empresa de Fidel Castro. Nótese que lo moral no parece contar en este drama cubano que al mundo no parece importarle. Mientras los cubanos en la isla sigan en su gran mayoría emitiendo señales de que se adaptan y por omisión aceptan su destino, esa entelequia que algunos inocentes denominan "la comunidad internacional" no hará absolutamente nada por ellos.
El opositor Ernesto Medero Arozarena ha sido enviado a prisión por el gobierno, según dio a conocer el periodista independiente Carlos Serpa Maceira, que cita al ex preso político Jorge Luis García Pérez (Antúnez).
"Estamos denunciando ante la opinión pública nacional e internacional que el opositor Ernesto Medro Arozarena se encuentra en la prisión de mayor rigor Agüica, del municipio Colón, en la provincia de Matanzas, en espera de un juicio amañado bajo los supuestos cargos de resistencia y desacato", dijo Antúnez vía telefónica.
Miembro de la organización Presidio Político Pedro Luis Boitel, Medero Arozarena se disponía a viajar a la ciudad de Santa Clara el pasado 3 de agosto para participar en las actividades por el Día de la Resistencia, cuando fue detenido por agentes de la policía en la terminal de ómnibus de Colón.
El ex prisionero político Antúnez dijo que, según testigos, Medero Arozarena fue golpeado por las autoridades tras ser detenido, y le rompieron los zapatos y el pulóver.
"Estamos exigiendo la liberación incondicional de Ernesto Medero Arozarena. Si no lo liberan, el régimen castrista va a enfrentar actos de protesta en las calles", señaló Antúnez
8 comentarios:
ABIAN USTEDES ESTO? .....Pues entérense.
LA VENTA DE CASAS EN CUBA
Jorge A. Sanguinetty, Diario Las Américas
La noticia nos llega desde Londres por el Daily Mail y si usted tiene acceso a la Internet, puede verificarla en
http://www.dailymail.co.uk/property/article-1194003/Cuba-throes-revolution--foreign-buyers-welcome.html .
El autor del despacho es Graham Norwood y nos trae un anuncio sorprendente. Traduzco del inglés: “casas privadas de vacaciones están en venta para compradores extranjeros por primera vez en 50 años”. El periodista se refiere a que se están vendiendo 848 (ochocientas cuarenta y ocho) casas para vacacionistas en el Club Carbonera, un reparto frente al mar en la playa de Varadero con una extensión de 170 hectáreas. La construcción comenzará a fines de este año bajo el diseño de arquitectos británicos, españoles e italianos, “que le dan un giro modernista al estilo colonial que caracteriza a las casas en la isla”. “Algunas casas serán diseñadas por Conran & Partners, agrupándose alrededor de piscinas privadas con terrazas y patios con jardines. Otras estarán frente al mar, mirando al Estrecho de la Florida. Habrá un club de yates--los compradores podrán traer sus propias embarcaciones o alquilarlas en el club—más un hotel de cinco estrellas…Los visitantes a Cuba podrán pertenecer al Club Carbonera por unas 615 libras [unos 900 dólares]”.
Lo extraordinario de la noticia es que, por regla general, los países que venden propiedades a los extranjeros no excluyen a sus ciudadanos ni de adquirir propiedades, ni de ganar suficientes ingresos para poder adquirirlas. De acuerdo con el reportaje, las propiedades que se venden tendrán un precio de unos 1,400 (mil cuatrocientos) dólares por metro cuadrado, de manera que una modesta casa de cien metros cuadrados costará unos 140,000 dólares por ahora, equivalente a lo que un cubano puede llegar a ganar en unos ¡686 (seiscientos ochenta y seis) años! Esta simple aritmética, estimando el equivalente de 17 (diecisiete) dólares al mes como salario promedio, mide la distancia que separa hoy al trabajador cubano de un nivel de vida decoroso.
Por otra parte hay que señalar que los arquitectos y los que diseñan estos conjuntos turísticos y urbanos también son extranjeros, lo cual no sería criticable si los profesionales cubanos en el giro de la arquitectura, el urbanismo y la construcción tuviesen las mismas oportunidades. ¿Para qué entonces el gobierno cubano alardea tanto de sus sistemas educativos universitarios si no emplea a sus graduados y profesionales? Seguramente los cubanos tendrán oportunidades de trabajar en la construcción de esas casas y clubs como peones y también podrán trabajar como sirvientes de los dueños extranjeros, pero éstas serían sus únicas oportunidades, más allá de las cuales no hay posibilidad de prosperar.
Y ¿de dónde vendrán los materiales de construcción necesarios y el resto del avituallamiento de las nuevas construcciones? Sin duda que algunos vendrán de la propia producción nacional, reduciendo la disponibilidad para las viviendas de los cubanos, mientras otras serán importadas, pagadas con la divisa que cobrará el gobierno de los compradores.
Todo esto muestra cómo Cuba se ha convertido en un país de compartimentos estancos, donde los cubanos que viven en ellos no tienen acceso ni al trabajo ni al consumo que se necesita en cualquier economía moderna, aún cuando sea pobre. Los cubanos han ido más allá de la pobreza, pues además de sus bajos niveles de producción y consumo, viven en la angustia sofocante de la incertidumbre, con el temor permanente de que cualquier cosa que hayan alcanzado hoy, por poco que sea, pueden perderla mañana. Ni siquiera la pobreza está garantizada en Cuba.
Mientras tanto el gobierno continúa tomando decisiones que van en detrimento de la ciudadanía, como si ésta no existiera. En alguna medida esto es cierto; la ciudadanía parece haber dejado de existir porque no ha sido capaz de protestar en gran escala, ni mostrar colectivamente su desacuerdo aunque sea pacíficamente con las políticas del gobierno. Como apunté en el artículo anterior, Cuba se ha ido degradando como nación y lo que ayer parecía una simple finca, hoy se asemeja más a una bodega, donde los once millones de seres que habitan la isla ni siquiera pueden operar como ciudadanos en el concepto moderno del término. Esto ha engendrado en muchos compatriotas una creencia generalizada de impotencia, lo que desemboca en una modorra colectiva, en una sensación de que todo está perdido, que el país no existe, que todo lo que queda por hacer es escapar al extranjero
El problema es que aunque todos los cubanos quieran irse de la isla, tal éxodo no es posible y mientras mantengan la expectativa conjunta e irrealista de que podrán emigrar algún día, nadie hará nada por cambiar esta increíble situación. Algunos jóvenes parecen haberse dado cuenta de esto, pero no conocemos su proporción. En cualquier caso hay una cosa clara: Cuba cambiará cuando los cubanos decidan cambiarla, lo cual pudiera incluir a algunos que pertenecen hoy a la nomenclatura. Los cubanos deben comprender dos cosas: que la mayoría no podrá emigrar y que si no hacen algo colectivamente, los gobiernos de turno continuarán abusando de ellos.
Sabemos cuán difícil es para los cubanos en la isla organizarse ahora, después que el país cayó en la trampa del totalitarismo. Por eso es importante que ellos encuentren sus propios medios de lucha por su libertad. En el exilio debemos apoyar aquellas iniciativas en la isla que ayuden al país a evolucionar para que los cubanos ganen algún poder frente al gobierno actual.
El hecho que el gobierno cubano esté comenzando a construir repartos enteros para venderles las casas a extranjeros en presencia de la crisis generalizada de la economía que afecta a todos los cubanos, tiene implicaciones morales y económicas. A todas luces tal iniciativa se debe a la crisis económica por la que está atravesando el gobierno cubano, lo cual repercute con saña en los once millones de ciudadanos que habitan la isla.
Como es tradicional, la verdadera política del gobierno no se conoce en su totalidad. Así se anuncia oficialmente que hay que reducir los niveles de consumo como parte de una política de austeridad, mientras brilla por su ausencia una política de reactivación de la economía. El gobierno sabe, por supuesto, que la austeridad no genera ingresos; que de hecho la crisis actual está causada por una caída de los ingresos externos del país y por eso hay que buscar fuentes alternativas en el extranjero aunque sin mejorar la economía doméstica.
En los últimos años las principales fuentes de ingreso del gobierno cubano han sido la exportación del níquel, el turismo y las remesas de dinero de los cubanos que viven fuera del país. Pero también ha tenido fuentes no reconocidas oficialmente, como la venta a extranjeros del patrimonio nacional expropiado sin compensación a sus dueños originales y también las que muchos conocedores afirman que provienen del tráfico de drogas y del lavado de dinero. Ahora, las ventas de casas que se están anunciando internacionalmente pero no en la isla, representan una indicación de que para mantener sus ingresos el gobierno está dispuesto a vender segmentos del país.
Creo que esta nueva iniciativa es resultado de la renuencia del gobierno, posiblemente de Fidel Castro en especial, de liberalizar la economía nacional, o sea, levantando su bloqueo interno a la economía de los cubanos, los cuales siguen dando muestras de adaptarse mansamente al hecho de que ellos no cuentan en el país donde nacieron. Todo esto significa que las ventas de propiedades a extranjeros deberán continuar indefinidamente mientras las fuentes ya tradicionales no produzcan lo suficiente.
Es interesante notar que la economía cubana depende fundamentalmente del capitalismo internacional mientras que las formas supuestamente socialistas de producción nunca fueron capaces de darles a los cubanos, ni al gobierno mismo un sustento mínimo estable en cincuenta años. Uno pudiera pensar que para un extranjero, impresionado por la propaganda que se hace internacionalmente y a quién le venden la isla como un paraíso, debiera ser un riesgo muy elevado invertir en un país que no respeta los derecho de propiedad. Sin embargo, los extranjeros no ven la realidad cubana porque nadie los saca de su indolencia y de su ignorancia.
Y lo que es todavía más triste, en su miseria y decadencia Cuba se ha ido convirtiendo en una curiosidad para muchos que viven fuera de Cuba. El espectáculo combinado de los autos fabricados en los años cincuenta, la ruina de sus ciudades, la indigencia caleidoscópica de sus habitantes y los mitos que se han ido tejiendo acerca de la revolución y sus íconos han hecho de nuestra pobre Cuba una especie de zoológico, museo viviente o una oportunidad semi-esquizofrénica de viajar en el pasado. El componente de la prostitución fue un elemento para atraer turistas, pero todavía quedan muchas más atracciones que pueden ser explotadas lucrativamente por un capitalista y empresario cubano llamado Fidel Castro.
La mansedumbre que emana de la gran mayoría de los cubanos ayuda a los que ostentan el poder en Cuba a disponer del país como su propiedad privada, mientras continúan desmantelando lenta pero inexorablemente todo vestigio de nación. Esta demolición espiritual de un pueblo debiera ser observada y estudiada por aquéllos que creen en el socialismo y que se puede justificar una revolución para cambiarlo todo en una sociedad simplemente porque la misma no funciona como la utopía caprichosa en que sueñan algunos intelectuales y los tontos que creen en ellos.
De los políticos socialistas ni hablo. Crean o no en la ideología, utilizan las debilidades de las sociedades donde operan y la ignorancia y desorganización de sus ciudadanos para justificar un cambio que los favorece sólo a ellos. Es la avaricia del poder lo que los mueve; la ideología es sólo el adorno que servirá de disfraz y de engaño. Cuando sus seguidores se den cuenta de la trampa en que han caído, será muy tarde para evitar la debacle..
Sobre la venta de las casas y la construcción de hoteles de lujo y facilidades para yates, también hay que considerar que la inversión parece estar inspirada en la expectativa de que pronto las relaciones entre los gobiernos de Cuba y EEUU conducirán a una apertura de relaciones, incluso el posible levantamiento del embargo. O sea, como que la mayoría de los cubanos parece aceptarlo todo y los pocos que se oponen están divididos y no tienen influencia alguna en la política interna, el mundo entero debe estarse preparando para negociar con la isla-empresa de Fidel Castro.
Nótese que lo moral no parece contar en este drama cubano que al mundo no parece importarle. Mientras los cubanos en la isla sigan en su gran mayoría emitiendo señales de que se adaptan y por omisión aceptan su destino, esa entelequia que algunos inocentes denominan "la comunidad internacional" no hará absolutamente nada por ellos.
El opositor Ernesto Medero Arozarena ha sido enviado a prisión por el gobierno, según dio a conocer el periodista independiente Carlos Serpa Maceira, que cita al ex preso político Jorge Luis García Pérez (Antúnez).
"Estamos denunciando ante la opinión pública nacional e internacional que el opositor Ernesto Medro Arozarena se encuentra en la prisión de mayor rigor Agüica, del municipio Colón, en la provincia de Matanzas, en espera de un juicio amañado bajo los supuestos cargos de resistencia y desacato", dijo Antúnez vía telefónica.
Miembro de la organización Presidio Político Pedro Luis Boitel, Medero Arozarena se disponía a viajar a la ciudad de Santa Clara el pasado 3 de agosto para participar en las actividades por el Día de la Resistencia, cuando fue detenido por agentes de la policía en la terminal de ómnibus de Colón.
El ex prisionero político Antúnez dijo que, según testigos, Medero Arozarena fue golpeado por las autoridades tras ser detenido, y le rompieron los zapatos y el pulóver.
"Estamos exigiendo la liberación incondicional de Ernesto Medero Arozarena. Si no lo liberan, el régimen castrista va a enfrentar actos de protesta en las calles", señaló Antúnez
Me encantan las dos primeras imagenes!
pues llevatelelas para casa , querida Veronica.
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