¿La UNPACU recibía 9500 dólares mensuales de ayuda de USAID y a su jefe le parecía poco, comparándolo con menos de lo que gana un médico en los Estados Unidos? ¿Leyeron bien? 9500 dólares mensuales.
El régimen cubano recibe millones, y los ha recibido durante décadas, malgastados y robados con tremendo descaro. ¿Pero 9500 dólares mensuales? Un cubano promedio, no yo, no podría mencionarte un logro, un plan, un avance real de ninguna organización dentro de Cuba. Y resulta que ahora que el chorro de billete se cerró es que salen a decir que es poco y que entonces los presos políticos se morirían de hambre.
No en balde todos andan creando ONG o plataformas para poder presentarse ante los Estados Unidos con un proyecto de liberación o de derechos humanos. Nunca, jamás, he estado en contra del dinero, que el hijo de puta de Fidel Castro nos enseñó a odiar y desdeñar mientras él se hacía rico ante nosotros. No creo tampoco que haya que olvidarse del dinero para acometer una acción o plantearse un grupo de ideas. El dinero es necesario, vital, incluso como estímulo material para edificar el espíritu, el intelecto, la creatividad y el esfuerzo. No me caben dudas.
Pero decir que 9500 dólares mensuales es poco me parece, cuando menos, una aberración, sobre todo porque quien te lo está dando no tiene responsabilidad alguna contigo, ni te debe nada, ni tiene que ocuparse de ti en lo absoluto.
¡Qué tranquilo se duerme y se vive sabiendo que lo que uno hace, dice, escribe o plantea es algo totalmente independiente y desprovisto de favores a cambio de dinero! Lo dije una vez y lo repito ahora: cuando más interacciones tuve en X, que sobrepasaron los 12 millones en casi un año, la plataforma me desmonetizó la cuenta por denuncias y reportes; y yo seguí escribiendo. Lo hice desde Twitter antes de que se cobrara como creador, lo seguí haciendo a pesar de no recibir nada y lo sigo haciendo ahora sin cobrar nada tampoco.
Yo no le puedo envidiar a nadie su dinero, bien ganado o no, ese no es mi problema; pero no me vengan con el cuento viejo y gastado de la libertad, la democracia y los derechos humanos, que todos andan a la cara y con las nalgas al aire luchando el cabrón dólar americano. Ahora que Estados Unidos cerró y se va a poner a estudiar, caso por caso, a todas las supuestas ONG es que veremos cuán comprometida está la gente.
Martí salió a buscar billete.
Fidel Castro salió a buscar billete.
Las 20 mil organizaciones opositoras cubanas, dentro y fuera de la Isla, salen a buscar billete.
Tres causas distintas, tres momentos disímiles.
Buscar dinero no es el problema. Recibirlo tampoco.
El sentido común, tan poco común en estos tiempos, te dará la respuesta de lo quiero decir.
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