No tengo el gustazo de conocer a esta bailarina exótica, que se menea como batea en mar revuelto, al más puro estilo de Bebeshito. Lo hace con una gracia envidiable, lo que le augura un porvenir brillante como adorno de cabaret. Y, para más mérito, es trumpista hasta la médula; se desvive por Trompeta con pura devoción.
Dicen mis agentes, siempre al acecho del chisme de altura, que esta bella del espectáculo fue la ex de nada menos que Bola de Churre, jefa y coordinadora del Festival Vista y de un montón de proyectos culturales para exiliados y opositores en Cuba. ¡Qué aparato digestivo más resistente el de ella! No cualquiera sobrevive a semejante experiencia de encaramarse arriba de Bola…Pues ella tiene un aire a Marilyn Monroe… Y en todas partes habrá el teatro de La Bella y la Bestia, pero ya eso es pasado.
Ahora bien, el post que me enviaron destapa una trama de traiciones y perjurios. Resulta que nuestra querida bailarina y su media naranja tenían un grant más que generoso de la NED, nada menos que 90 mil dólares al año. Pero, ay, no le renovaron el contrato (ojo al término: un contrato con el dinero del contribuyente, ¡qué bello eufemismo para la caridad institucionalizada!), porque aparecieron otros proyectos más frescos a los que ella misma había ayudado a visibilizar e invitar a Miami para pasearse en festivales literarios.
Uno de estos agraciados, Árbol Invertido, decidió que mejor se asilaba en España en lugar de Miami, asegurándose así su grant desde la Madre Patria con los juaniquiquis del Imperio. Mientras tanto, nuestra bailarina, ahora sin coreografía ni mecenas, clama resistencia ante la embestida del Trompoloco contra la USAID y la NED. Puesto que se avecina una estampida de estos beneficiados por el estatismo usurero, todos en fila rumbo a EE.UU. en busca de alguna otra beca milagrosa.
Lean el post, que está para chuparse los dedos…
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