Esto que les cuento, no es una historia única, es la vida de cualquier hijo de inmigrante pobre en U.S., la historia de muchos de ustedes.
Trabajo duro desde que tengo 17 años, lave carros, freí papas en McDonald, ordené libros en la biblioteca en la Univ., años de enfermera, hasta que pude hacerme especialista; no debo 1$ al gobierno de los préstamos que recibí para estudiar y desde esa edad pago mis impuestos con disciplina, además de trabajar estudiando y aún lo hago.
Es insultante que el use nuestro dinero ganado con tanto sacrificio para que esta gente que responde a la tiranía por la que todos los cubanos hemos tenido que emigrar, cobren jugosos grants, y vivan como les da la gana viajando, gastando y haciendo lobby a favor de esa dictadura criminal.
No soy el team búho, me queda grande, pero admiro el trabajo de mesa tan cuidadoso que han hecho y han logrado desenmascarar a estos rosaditos descarados.
Con el dinero de mi trabajo..No!
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