CUANDO A LA HORCA FUE LLEVADO, de KONSTANTINO KAVAFIS
Cuando a la horca fue llevado por los cristianos,
inocente joven de diecisietes años,
su madre que se arrastraba cerca del
patibulo destrozándose el pecho
contra el polvo, bajo el salvaje sol
del mediodía, aullando como un lobo,
o como una dolorosa, lanzó este lamento
"Diecisiete años solamente me has vivido, hijo mío".
Y cuando lo hicieron subir por la escalera de la horca
y le pasaron la cuerda por el cuello y lo ejecutaron,
y la inocencia juvenil de sus diecisiete años
pendió en el vacío miserable,
entre espasmos de una atroz agonía,
aquel cuerpo de efebo de madura hermosura,
su madre cayó sobre el polvo del martirio
y en su dolor no hablaba ya de años:
"Diecisiete días solamente", se lamentaba,
"diecisiete días solamente te he gozado, hijo mío".
Cortesia de
Francisco Jesús Muñoz Soler quien nos cuenta: "Poema que leeré en un acto de Amnistía Internacional en contra de la pena de muerte, el 16 de Noviembre en Málaga.Todos contra la pena de muerte."
1 comentario:
"La historia nos ha demostrado de forma fehaciente que el extremismo político o religioso, sea de izquierda o de derecha, causa un daño gravísimo sobre la familia humana. Aquellos que buscamos un mundo en el que reine la justicia social, y que estamos comprometidos con un entendimiento de la democracia internacional donde todas las creencias, todas las razas y culturas sean respetadas en un plano de igualdad, debemos organizarnos para confrontar a las fuerzas de la intolerancia y ofrecer una política del
entendimiento, una teología del respeto para toda la humanidad, dejando a un lado los conflictos pasados o las luchas actuales. Nuestro mundo, nuestra sociedad no puede permitirse conceder un espacio social a la filosofía de la exclusión y la supremacía, que lo que quiere conseguir es elevar a un sector de la sociedad por encima del resto...". dijo en su ensayo Jorge Luis Servin.
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