No hay Poeta nacional si no hay vergüenza
El limón es la base de todo
Aún cuando yo salve en Nicolás Guillén el disfrute de esos sonetos, por supuesto que no lo considero el Poeta nacional, cuando propuesta antecesoras, fueron tan olímpicamente importantes, Casal, Heredia, y Agustín Acosta, podríamos incluir a Martí por ser el más limpio de todos sin menos precio de nadie. Se han dicho muchas cosas de la muerte de Guillén, de arrepentimientos, (verdades o no), no deja de ser de pasillo. Hace no tanto una amiga Matancera, me escribió diciendo que creía que Carilda Oliver Labra podría ser una Poeta nacional local distintiva, lo entendí como título añadido a esto de Nicolás Guillén y claro un insulto ; demás está decir que no me limité a explicarle, que una cosa es el desordeno amor, y otra cosa es ser parte de la baba que alguna vez colgó en la barba de Fidel Castro. No soy ciego para no ver lo salvable en la sexy señora de las cuatro décadas y más, pero cinismo aparte, y cursilería en algunas zonas, Dulce María, le lleva ventaja de estirpe, y de preferir un encierro en casa, antes de ver los horrores, y aún así sufrió lo que sufrió
. De todos modos, de las mujeres, para Poeta nacional, Gertrudis Gomez Avellaneda es más viva que muchas de las descabelladas propuestas . Lo más loco que he escuchado sobre este tema, de algunos contemporáneos, fue el día que me dijeron, que Pablo Armando Fernández podría ser Poeta nacional, o Retamar, así las cosas en la Cuba cultural, los desatinos por querer borrar la historia, pareciera ser una enfermedad crónica incurable; si queremos alguna vez reconstruir una memoria, sea cultural, política y de artes en general, qué carajos debe indicar alguna falta corrupta a la transparencia, sino la transparencia total del distinguido; donde no sólo la calidad literaria, también las acciones no indecentes, no ambiguas y posicionamiento ante la sociedad cubana (con precisión de coherencia), prime en tener una conciencia creativa sobre los derechos humanos y sobre la sustancia de una obra que sea incluso, más importante que el autor, elementos de juicio que deben ser estudiados para estar otorgando cualidades que desde 1959, a mi juicio, es una gran falsa, una especie de cruzada ideológica contra el propio autor. Proponga usted su propia lista, yo sólo pienso en menos de cinco propuestas, independientes y no tocadas por lo que vino después sobre todo de aquello de “con la revolución todo y contra ella nada”. Una dictadura crea sus propios mercenarios y sus propios lacayos.

Koniec
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