viernes, septiembre 20, 2024

la casa se ha quedado realmente vacía...



por ROGELIO GARCIA


 Como Altazor, que desciende desde lo alto, desde el pináculo en gloriosa caída libre, algunos escritores que en tiempos gloriosos publicaron en editoriales oficiales en Cuba, y que en el extranjero siguieron la magnífica tradición de colarse en editoriales corporativas, ahora se ven dando un elegante trompazo, publicando en editoriales locales de autopublicación que, en un giro sorpresivo del destino, nadie lee.


Esta es la penosa realidad de muchos escritores cubanos exiliados, condenados a recurrir a editoriales de «medio palo» para soltar sus «obras maestras» al mundo. La caída, amigos, es tan ruidosa que nos confirma lo que sospechábamos: el valor de sus creaciones es, como decirlo... el eco de un suspiro. Autores que ya huelen a naftalina, pasados de moda, a los que ninguna editorial de renombre quiere aceptar en sus catálogos, quedan fuera del juego por no ofrecer un producto interesante, vendible, o que provoque siquiera un bostezo a nivel global.

En el caso de la imagen, la editorial tampoco ofrece un producto estético viable, aunque en su delirio pretenda venderse como la crème de la crème en el fandango de la cubichería editorial."

"Vana gloria, vanitas artis."

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