Por Rogelio GARCIA
En el libro del policía Añel, destinado a respaldar sus insólitas especulaciones y difamaciones, aparece con insistencia un personaje curioso: el poeta Joaquín Gálvez, conocido por sus versos de dudosa calidad. Vaya sorpresa encontrarse con que sus escritos, sacados tanto de su muro de Facebook como de un libro que apenas ha hecho ruido en España, fueron citados más de siete veces en el libro, con su aparente bendición. ¿Qué raro, no? Más aún, el bueno de Gálvez, que tanto se las da de puritano, ha dicho que la editorial Primigenios, en el exilio, es como un puente con la UNEAC y el castrismo.
Pero lo más curioso de todo es que este mismo Gálvez, mientras presidía la tertulia "La otra esquina de las palabras", no tuvo ningún reparo en invitar a la poeta castrista Reina María Rodríguez, la autora de un poema titulado ni más ni menos que “¡Fidel!”, y miembro de la UNEAC. Y por si fuera poco, hace poco decidió rendir homenaje a Uva de Aragón, una dama que ha hecho más viajes a Cuba que un turista en temporada alta, y que allí, bien cómoda, participó en varios eventos oficiales del régimen, en la UNEAC y Casa de las Americas.
Pero qué cositas tiene la vida. De todo esto, ni una palabra en el libro del policía Añel.
"Quod erat demonstrandum."
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