lunes, junio 07, 2010

todo el mundo tiene sus necesidades













Aleksandra Kopff

Nota: No mires, no mires, siempre hemos vivido asi? acaso hubo un tiempo diferente, qué valores acompañaban al cubano antes de la epidemia de los Castro?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

LA RUINA CUBANA

Luis Ugalde sacerdote jesuíta (03-06-10), rector de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas

EL NACIONAL -.CARACAS

En política es grave ignorar los hechos y las realidades. La ruina cubana hoy es una realidad, no una calumnia de los enemigos, sino una dolorosa vivencia de la población y una convicción amarga de sus conductores de medio siglo.

Se creó un sistema sin estímulos a la productividad económica y con economía totalmente estatal, con partido único, omnipresente y adueñado del Estado, donde sólo existen la única escuela, televisión, radio y prensa, sin libertad para pensar, informarse o visitar otro país. Se pensó que era la única vía para conquistar el paraíso terrenal.

Al principio hubo entusiasmo y logros en la lucha del héroe David contra Goliat, el vil gigante del imperio. Hace 25 años un alto funcionario de la revolución me dijo: “nosotros supimos poner el primer piso y no sabemos cómo construir el segundo”. Lo que interpreté así: trabajamos bien en educación y salud para todos, repartimos a los necesitados las viviendas dejadas por los que se fueron a Miami, nos apretamos todos el cinturón con un racionamiento de escasos alimentos y bienes de consumo, pero luego de un cuarto de siglo no estamos generando excedentes ni revolucionando las fuerzas productivas…

Hoy todo está peor, murieron las esperanzas e ilusiones y los jóvenes piensan que la vida está fuera y sueñan con poder escapar hacia una Miami idealizada.

El igualitarismo y la pobreza salarial los ha matado. El Estado no puede mantener 4.900.000 trabajadores de escasa o nula producción. Con salarios profesionales por debajo de 30 dólares mensuales no hay estímulos y si se abre la puerta a la propiedad privada de los medios de producción, a la creatividad y al libre emprendimiento, se acaba el comunismo estatista y el partido pierde su férreo control de la sociedad. Todo esto lo vienen discutiendo los burócratas y el partido comunista, pero no cambian por miedo de que se les escape el control. El tiempo trabaja en su contra. La grave improductividad agrícola, que les obliga a importar el 80% de la alimentación, tuvo el primer trimestre de este año una caída del 13%; lo que es una barbaridad. El déficit de vivienda es intolerable y el hombre fuerte del sector Ramiro Valdés expulsa sindicalistas porque “cuando hay robo, no puede haber estímulo”.

Obvio: sin esperanza, no hay mística revolucionaria y con la desilusión, viene el sálvese quien pueda; la corrupción y el doble juego lo contamina todo. Las mafias rusas salieron del “hombre nuevo” soviético y de su partido comunista. Castro I dijo que “esta revolución se puede autodestruir”; pero no tuvo el valor y la humildad de añadir: “o cambiamos o perecemos”. El heredero, Castro II, no puede ni mejorar, ni cambiar. Los destructores son los propios jefes aferrados a un modelo insensato e imposible. Ya no se puede silenciar todo, pero no basta la autocrítica sin los cambios esperados.

Nosotros deseamos la salida menos traumática para la desesperanza cubana. Celebramos que se humanice el trato a los disidentes, que funcione la mediación de la Iglesia, que se devuelvan los derechos fundamentales a todos y que cese el miedo y la represión. Y, por supuesto, que se acabe el bloqueo, haya apertura al mundo y aumenten los intercambios, inversiones, comunicaciones…

Anónimo dijo...

lo que pasa es que la gente necesita idolos y algunos se han vendido bien. un abrazo, cuidate