miércoles, abril 24, 2024

14ymedio ----Yoani andas a la cara

 


Luciana 🫶
Cuàl iglesia, ésta? Yoani andas a la cara,esto es lo único que nos podíamos esperar de ti. Darle más credibilidad a la dictadura y los diálogos fantasmas que sólo son para un cambio que los favorece a ellos y no al pueblo. Eres y serás una traidora a la libertad de Cuba

martes, abril 23, 2024

Gabriel García Márquez, el espía de Fidel Castro en México.

 



#EstampasDeMiCuba - Gabriel García Márquez, el espía de Fidel Castro en México. El Premio Nobel y sus contactos en ese país fueron vigilados por la inteligencia local durante casi 20 años, según varios documentos desclasificados. La Dirección Nacional de Seguridad (DNS), el servicio de espionaje político del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó 71 años seguidos en México, mantuvo estrecha vigilancia sobre el Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez durante casi 20 años. Mientras existió esa entidad de espionaje, no perdió ni un paso al autor de Cien años de soledad, a quien consideraba un «agente de propaganda procubana y soviética». García Márquez fue vigilado en su país de adopción, al igual que quienes visitaban la casa del novelista en México; entre ellos, el entonces secretario general del Partido Comunista chileno y el consejero político de la Embajada de La Habana en ese país. La mayor preocupación del DNS con el escritor era su relación de amistad con el esperpento de Fidel Castro y con el resto de gobiernos y guerrillas asociados a la izquierda de la región. De ahí que lo vigilasen desde finales de la década de 1960, cuando el autor fijó su residencia en México, hasta 1985, último año de funcionamiento de la DNS. En el expediente que el aparato de inteligencia tenía sobre el colombiano consta el seguimiento personal en actos públicos y reuniones de carácter privado, así como fotografías de las personas que visitaban su casa y un minucioso registro de sus viajes a Cuba a partir de 1975. La relación de García Márquez con el régimen de Castro se inició en enero de 1959, cuando pasó seis meses en la Isla como corresponsal de Prensa Latina, aunque se habría desencantado con el proceso político en marcha y en 1967 decidió radicarse en Barcelona. Sin embargo, la caída de Salvador Allende en 1973 había despertado en el escritor la necesidad de acercarse nuevamente a La Habana bajo la intención de reactivar su periodismo militante. El expediente recoge además la cesión a La Habana en 1982 de los derechos de su libro Crónica de una muerte anunciada, salido un año antes. La Fundación Habeas, iniciativa del propio García Márquez, tenía como objetivo proteger, apoyar económica y legalmente a las personas con ideología marxista-leninista que, por su participación en grupos guerrilleros y terroristas, se escudan bajo el concepto de perseguidos políticos. En 1955, García Márquez militó unos pocos meses en una célula del Partido Comunista colombiano, pero se largó de ella. Su quizás más enconado y reconocido detractor, el peruano Mario Vargas Llosa, le tildó de «lacayo» de Castro en 1976, después de que el colombiano escribiera, bajo supervisión del dictador cubano, 'Operación Carlota: Cuba en Angola'. Dos años después, García Márquez declaró que su adhesión al régimen cubano era similar al catolicismo, «una Comunión con los Santos». Cuando Fidel Castro cumplió 61 años, quien ya era su íntimo amigo publicó un perfil que refleja con claridad lo que el Premio Nobel sentía hacia el déspota. Una baba melosa hacia el dictador cubano: «Da la impresión de que nada le divierte tanto como mostrar su cara verdadera a quienes llegan preparados por la propaganda enemiga para encontrarse con un caudillo bárbaro. Él les canta las verdades, y soporta muy bien que se las canten a él», rezaba uno de los párrafos. «Pero lo más lamentable, tanto para Fidel Castro como para sus oyentes», seguía narrando, «es que aun los periodistas mejores, sobre todo los europeos, no tienen ni siquiera la curiosidad de confrontar sus cuestionarios con la realidad de la calle. Anhelan el trofeo de la entrevista con preguntas que llevan escritas de acuerdo con las obsesiones políticas y los prejuicios culturales de sus países, sin tomarse el trabajo de averiguar por sí mismos cómo es en realidad la Cuba de hoy». Mientras el escritor disfrutaba con sus invitados de buena comida, el pueblo cubano seguía sometido a la cartilla de racionamiento impuesta desde 1962. Entre las contribuciones que ha hecho al régimen, al margen de presentar a su líder como un demócrata cualquiera, cabría mencionar dos: a) cuando ignoró e incluso justificó la ejecución de cuatro exoficiales cubanos, uno de ellos, Antonio de la Guardia, íntimo amigo suyo, acusados, como tantos otros opositores, de traición a la patria; b) la creación de la Fundación para el Nuevo Cine Latinoamericano, una máquina propagandística muy beneficiosa para el régimen. Muchos siguen preguntándose por qué Gabo ignoró los crímenes y defendió la causa de Fidel Castro.

se la han guapeado colaborando con la izquierda

  


nota bene: me pone triste, Rosy y TRIFf se la han guapeado colaborando con la izquierda, y ahora mi querido E. G se suma a la comparsa izquierdista, nada bueno puede traer a su vida enrolarse en el ejército zurdo y elitista de Enrisco, nada bueno en el sentido moral, bueno en que entra en el clan de elegidos de la supramega literatura revolucionaria cubana en exilio.


Miami se ha visto agraciada con la presencia de sus embajadores literarios. Los tres del solar, o mejor dicho, los tres de La Habana, ungidos como el ilustre trío Matamoro, encarnando así la distinguida casta literaria de la ciudad.
Un poeta, un narrador y un ensayista. El primero abordará la penosa escasez de alimentos en los supermercados de la Pequeña Habana; el segundo expondrá las razones que impulsan a los cubanos borrachos de la isla a anhelar más ron y pan; y el tercero dejará marcada su inimitable impronta en la poesía tabacalera.
¿Serán, acaso, una suerte de caballo de Troya en el universo de las letras? Pronto, harán su entrada triunfal en Nueva York, desafiando cualquier obstáculo, hoz y martillo en mano. Se dice que el narrador personifica a Eddy Campa en la Pequeña Habana; el ensayista se cree la reencarnación de Ortega y Gasset; mientras que la poeta carga consigo el escudo de Gabriela Mistral.
Sin lugar a dudas, aguardamos con impaciencia ver cómo este triunvirato está preparado para empuñar la espada contra los temibles izquierdistas cubanos que, según rumores, pululan en la Universidad de Nueva York.
Sin mayores preámbulos, confiamos plenamente en que alzarán con orgullo la bandera victoriosa de la "gusanera" miamense.

domingo, abril 21, 2024

alina

 


Equivocarse es de sabios, pero no es el caso, Alina durante décadas està al frente de la LJC, adoctrinando y haciendo crîticas leves, parches dentro de la izquierda extrema.

No me alegra la situacîôn, pero si es grave que usa el método, el mismo libreto con que se han colado todos los disidentes leales al castrismo, ahora meditatizados y en Miami.

A su edad debe saber que si anuncias hora y dîa de protesta te van a dar show. Si desea visa para reforzar a sus alumnos ya colocados en USA, bravo, pila de descarados lo hicieron antes y escaparon.

Ahora, que la traten de pasar por patriota, disidente, opositora o heroîna, ni con levadura fina, todos los dîas hay incidentes y por solo pedir comida en un contén te llevan preso.

Este tipo de trabajo del DOR para 'colar' opositores ya no se lo cree nadie, que mejore su brazo, obtenga salida, pero deje el asunto cuba para los que piden libertad, no reformitas revolucionarias.

el remolcador 13 de marzo

 


𝗖𝘂𝗯𝗮 𝗰𝗼𝗻 𝗛 𝗱𝗲 𝗢𝗿𝘁𝗼𝗴𝗿𝗮𝗳𝗶́𝗮
#EstampasDeMiCuba - Jorge García Más, quien perdió catorce familiares en el hundimiento del remolcador 13 de marzo a siete millas de la bahía de La Habana, describe los hechos ocurridos el 13 de julio de 1994. Un hecho criminal denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que determinó lo siguiente: «Las pruebas demuestran claramente que el hundimiento del barco remolcador 13 de marzo no fue un accidente sino un hecho premeditado e intencional». El hundimiento del remolcador 13 de marzo con más de 70 personas a bordo, ordenado por la dictadura castrista, no aparece en las efemérides oficiales de la nación. A continuación, para que pueda entenderse mejor, todos los hilos que he escrito sobre esa masacre.

UNA HISTORIA DE DOLOR Y MUERTE SOBRE EL REMOLCADOR 13 DE MARZO, hundido a siete millas de la bahía de La Habana por órdenes de Fidel Castro el 13 de julio de 1994. Tras la masacre, 41 cuerpos desaparecieron y nunca se recuperaron. La víctima más pequeña tenía 5 meses de edad. ¿Quién dio la orden de lanzarle agua, embestirlo e intentar hundirlo? ¿Por qué no se investigó este hecho hasta la saciedad y se hizo un juicio ejemplarizante con los culpables, como se intentó hacer en la famosa Causa No. 1? ¿Cómo pueden hacer creer que tres remolcadores ejecuten esa terrible operación de tipo militar sin conocimiento de la Jefatura? ¿Por qué uno de los remolcadores de persecución se puso a un lado a la salida del puerto y luego regresó para embestir a la nave robada? En la madrugada del 13 de julio de 1994, cuatro barcos del régimen cubano, equipados con mangueras de agua a presión, embistieron un viejo remolcador que huía de Cuba con 72 personas a bordo, a 7 millas de la bahía de La Habana. Como resultado de esa acción, perecieron 41 personas, incluidos 10 menores de edad. Según los sobrevivientes, 31 personas, la tripulación de los también remolcadores Polargo 2 y Polargo 5 embistieron intencionalmente al que escapaba. Nadie en Cuba sale a ningún lado en un barco con una vía de agua sin autorización. Lo hicieron desde el mismo muelle, con comodidad.
Ahí iban no menos de 10 marineros. Las lanchas Griffin, por ejemplo, no salen al mar con fuerza 3. Según el Granma, este remolcador salió con una fuerza 3 y en una vía de agua de 7 cm. Se hundiría si así fuera. Decían que estaba acabado de reparar. Por ende, no puede hacer una 'vuelta de campana' por el lastre que lleva. A este lo dividieron al medio por la popa, como con un cuchillo. El lastre se llama cochinito o hierro dulce. Se parte por el sol y el sereno. Este remolcador hizo 7 millas en 45 minutos a pesar del hostigamiento y los bandazos que estaba recibiendo. Eso es velocidad. ¿Cómo es posible, entonces, que ese 'ataúd flotante', según el Granma, que supuestamente se está hundiendo y lo están atacando con agua, pueda navegar raudo unas 7 millas en 45 minutos sin zozobrar? Entre el 15 de mayo y el 15 de agosto, esas aguas de la bahía son planas. Según la nota oficial, la fuerza de mar declarada era 3, algo que solo ocurre si hay un ciclón o un anticiclón, que no fue el caso. Hubo supervivientes que estuvieron nadando hasta 1 hora, esperando que llegara la lancha de rescate. ¿Cuándo les avisaron? ¿Cómo va a producirse un accidente entre naves y tripulaciones acostumbradas a lidiar con enormes cargueros, buques y tanqueros? Los accidentes ocurren, pero esto fue una masacre. El 14 de julio de 1994, el Granma publica una nota oficial.

"Zozobró remolcador robado por elementos antisociales. Aproximadamente a las 03:00 horas de la madrugada de ayer, elementos antisociales sustrajeron por la fuerza del puerto de La Habana el remolcador 13 de Marzo, perteneciente a la Terminal Mambisa de Occidente, con el fin de abandonar ilegalmente el país. En su huida, la embarcación zozobró, aproximadamente a 7 millas de la costa, siendo rescatadas por embarcaciones estatales y de Tropas Guardafronteras 31 personas: 20 hombres, 5 mujeres y 6 menores de edad, existiendo un indeterminado número de desaparecidos. Este irresponsable hecho de piratería promovido y estimulado por las radios contrarrevolucionarias, los elementos más reaccionarios de la gusanera en Miami y por los consabidos incumplimientos de los acuerdos migratorios del gobierno de Estados Unidos, ha provocado este desagradable incidente que continúa siendo investigado por las autoridades competentes". Dos días después, el Granma vuelve a culpar a otros. En una nota del MININT, se dijo que "este medio naval estaba notificado con una avería que propiciaba una vía de
agua, lo que era conocido por los autores directos del plan, que aun así, de forma irresponsable, no repararon en consumar el hecho". Ese día, María Victoria García Suárez, de 30 años de edad, perdió a su esposo, su hijo de 10 años, su hermano, tres tíos y dos primos.
Trascurren las 9:20 de la mañana del 27 de julio de 1994. Ella describe con mucha exactitud los momentos trágicos vividos. Y siempre repite lo mismo, como para no dejar lugar a dudas sobre la veracidad de lo expuesto. "Con los matules al hombro, cogimos la guagua. Mi grupo lo componen: Juan Mario, mi hijo; Ernesto, mi esposo; Joel, mi hermano; Eddy y Estrella, mis tíos; Eliécer y Omar, mis primos; María Miralis y Xicdy, esposa e hija de Omar. Además, Armando Morales Piloto, amigo de Eddy, Julia Caridad y su hijo Angel René, y Yaltamira con José Carlos; se agregó Espiga. Dentro de la guagua, ya venían Lázaro Borges (Felo), chofer y primo de mi papá, su esposa Lisset y la hija Giselle; y Guillermo, el tío. Arrancamos sin saber a dónde. Diez o quince minutos después, paramos. Pensé en la policía y corrí la cortina de la ventanilla a un lado para ver. Estábamos en la rotonda de Cojímar recogiendo otro grupo. Eran bastante. Luego de saludarnos, continuamos". Poco tiempo después, ya dentro del barco, comienza la tragedia. "Subí a la cubierta bajo protesta de mi esposo cuando me lo pidieron. Abajo, él trató de sujetarme, pero le dije 'sígueme' y no lo hizo. Conmigo había otras madres con sus hijos, éramos pocos allí. Me acomodo por la parte de popa debajo del toldo que sirve de techo y nos sujetamos del palo que tiene la campanita arriba. Al niño lo meto dentro de. un corralito en la misma base del palo. Navegamos un rato y es cuando el niño me pregunta, mirando hacia atrás: 'Mamá, ¿qué es esa luz?' Entonces yo miro y compruebo que otro barco nos sigue. 'Sí, mi hijo, es otro barco', le dije, sin quitar mi vista de esa dirección".
Avisan desde alante que son perseguidos. Comienzan los chorros de agua y los golpes por el costado. Trata de cubrir el cuerpo del niño con el suyo. La gente desde el Malecón lo vio todo. "Yo le decía a mi niño que no tuviera miedo, que aguantara un poquito. Yo estaba de espaldas a la popa, y el niño me advierte: '¡Cuidado, mamá, viene pa' arriba de nosotros!' Trato de protegerme apretándome contra el niño y el palo. Aquello parecía un tiburón que venía a tragarnos. Llegó arriba de nosotros hasta que se monta encima y parte el barco por atrás. El barco se hunde. Le dije al niño qué hacer. Él obedece. Nos hundimos. Salí a flote dos veces. El niño parecía dormido, abrazado a mí. Le dije que cogiera aire y aguantara. Lo hizo, pero no resistió". Hasta aquí el hilo. Muchísimas gracias por leer.