desde que alguien se aparta del discurso oficial - y hablo del exilio-se lo comen por una pata. Hay que venerar a personajes y personajillos, dar explicaciones y quedarse muy serio cuando es un pez gordo.
Critican el miedo de alla adentro y aqui, en el vasto mundo, siguen los dictadorcillos aplicando su veto. De ellos depende que viajes, que publiques, o que te "coronen" como libertador.
Dan ajiaco racionado a la libre expresion.
Debe estar en los genes, esa maldita represion.
1 comentario:
Que razón tienes. Ese gen de dictador, y algunos ahora alabando a Batista. Que se haya quedado chiquito al lado del supermonstruo no lo hace digno de alabanza, en mio modesta opinión. Que bellezas de gatos, al estilo de los monos sabios!
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