miércoles, mayo 01, 2024

~cuba


 

Pinar del Río

 


ASERE YA
Pinar del Río, donde hay personas no tienen casa hace años porque un ciclón se la llevó,trabajan como animales y no tienen que comer. La tierra donde el hambre es atroz y la miseria hace mella en el alma. Si, de ese mismo lugar son estos seres que se casan festejando el 1ro de mayo, en un país donde el trabajo no sustenta a nadie .
Los esclavos sin pan😩que grima #AbajoElComunismo

la escoria del primero

 





el inmoral JOE GARCIA

 




Joe Garcia
@JoeGarcia
@GuenaRod et @23yflagler
El Guenna es un tremendo #CubanoAmericano






Joe Garcia
@JoeGarcia
Muy estresado...😂


En réponse à @JoeGarcia

No sé por qué estarîas estresado si durante décadas te dedicas al negocio cubano y tienes hasta la cara dura de vivir de la miseria en la isla y de vender a agentones de la dictadura como patriotas,no, no es de estrès el asunto, es inmoralidad,para la prôxima sube foto cagando.






Aquí ando…sin medias, c/ la suela d los zapatos gastadas d tanto caminar en el Comité Central detrás de p/ q Raúl le entregue mis vídeos privados comprometedores, x eso seguiré apoyando a la Dictadura y beneficiándola c/ negocios y 💰 del pueblo 🇺🇸 y sus agentes 👮‍♀️






La élite de deo, Margarita García Alonso #literaturacubana Los jugadores de ajedrez

 


La élite de deo, Margarita García Alonso bic y acrílico sobre cartôn, a4 #literaturacubana

Los jugadores de ajedrez

Fernando Pessoa

Oí contar que otrora, cuando Persia libraba no sé cuál guerra, cuando la invasión ardía en la ciudad y las mujeres gritaban, dos jugadores de ajedrez jugaban su juego continuo. A la sombra de amplio árbol miraban el tablero antiguo y, junto a cada uno, esperando sus momentos más holgados, cuando había movido la pieza, y ahora esperaba al oponente, un búcaro con vino refrescaba su sobria sed.

Ardían casas, saqueadas eran arcas y paredes; violadas, las mujeres eran puestas contra los muros caídos; atravesados por lanzas, los niños eran sangre en las calles. Pero donde estaban, cerca de la ciudad y lejos de su ruido, los jugadores de ajedrez jugaban el juego del ajedrez.

Aunque con los mensajes del yermo viento les llegaran los gritos y, al pensar, supiesen desde el alma que por cierto las mujeres y las tiernas hijas eran violadas, en esa distancia próxima, en el momento en que lo pensaban, una sombra ligera les pasaba por su frente ajena y vaga… pronto sus ojos tranquilos volvían su atenta confianza al viejo tablero.

Cuando el rey de marfil está en peligro, ¿qué importan la carne y el hueso de las hermanas y de la madre y de los niños? Cuando la torre no cubre la retirada de la reina blanca, el saqueo poco importa. Y cuando la mano confiada pone en jaque al rey del adversario, poco pesa en el alma que allá lejos estén muriendo hijos.

Aunque, de repente, sobre el muro surja la sañuda cara de un guerrero invasor, y pronto deba ensangrentado caer allí el solemne jugador de ajedrez, antes de ese momento —es aún dado al cálculo de un lance para el efecto horas después— se entrega todavía al juego predilecto de los grandes indiferentes.

Caigan ciudades, sufran pueblos, cesen la libertad y la vida, los bienes heredados y protegidos ardan y que sean arrebatados, mas cuando la guerra interrumpa la partida, esté el rey sin jaque, y el peón de marfil más avanzado dispuesto a tomar la torre.