Por José Martiniano Duarte Lo que está haciendo Jorge Bergoglio (no puedo decir el Papa) con la Iglesia Católica (por lo menos de la Argentina) es terrible. Su apoyo, explicitamente intencional, con la mafia kirchnerista es realmente inconcebible, lastima y divide a la sociedad. Este señor que lo fue a ver ahora es un esbirro de Cristina Kirchner, condenada por la justicia por corrupta. Es parte de una facción política sospechada de haber asesinado a un fiscal de la Nación, de haber firmado un pacto (Irán) para encubrir un crimen de lesa humanidad, de haber llevado a millones de personas a la pobreza; corrompido y vejado a miles. Es una larga lista de infamias.
¿Qué dice el resto de la Iglesia, los cardenales, los obispos, los sacerdotes y los católicos en general?
Mi sentimiento es de asco, frustración y de vergüenza.
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