domingo, octubre 31, 2021

Mitologías victimistas, por Carlos Marín-Blázquez

 

Mitologías victimistas

 Agnus Dei, Francisco de Zurbarán (1598 - 1664)

En el centro de los grandes discursos de poder de nuestra época hay una víctima. No una víctima concreta, encarnada, tangible, sino una idealización estilizada de la figura del sufriente, un ingenioso arquetipo que, rentabilizando la impronta compasiva que la víctima genera, la falsifica y la trasciende. Se trata de un fenómeno que dota a nuestro tiempo de un cariz insólito. La víctima como garantía de inmunidad. La víctima como soporte infalible de toda clase de pretensiones. Antes que ningún otro, René Girard lo expresó en términos inequívocos: “El papel de la víctima es ahora el más deseable”.

En el camino que conduce hasta esta singularidad histórica rastreamos algunos hitos esenciales. Ninguno, sin embargo, equiparable al influjo de la potencia transformadora ejercida por el cristianismo. En un ensayo imprescindible para conocer la obra de Girard (René Girard, maestro cristiano de la sospecha), su autor, Domingo González, lo sintetiza de este modo: “Frente a la sacralización de la violencia, el cristianismo proclamará la inocencia de las víctimas (…). Se instaura así la legitimitad moral de la víctima de la que se nutre nuestro mundo moderno y contemporáneo, aunque sea para desviar dicha legitimidad al servicio de todo tipo de instrumentalizaciones ideológicas bastardas”. Ahora bien, ¿acaso no era la nuestra una época dominada por la implacabilidad de los fuertes? ¿Acaso la fervorosa acogida dispensada por la buena parte de nuestros contemporáneos a la crítica que acomete Nietzsche de la moral cristiana no había inducido un desprecio masivo hacia toda manifestación de debilidad que contradijera la tendencia moderna al aplastamiento de los otros? Sin duda. Y para atestiguarlo, no se precisa más que un somero vistazo a las consecuencias, históricamente inéditas, de las pulsiones aniquiladoras que conmocionaron el siglo XX.

Si el siglo XX fue pues el siglo de las víctimas, el siglo XXI está siendo el siglo de la victimización. En el marco del desplazamiento que, de acuerdo a los intereses ideológicos del momento, experimentan ciertas categorías semánticas, el sentido fuerte, categórico, que la condición de víctima adquirió por derecho propio durante el siglo pasado ha sido fagocitado por los astutos artífices de la nueva hegemonía. Se ha producido, en unas cotas de eficiencia insuperables, esa instrumentalización bastarda a la que Domingo González hacía mención en su libro. Los resultados se hallan a la vista. “La víctima es el héroe de nuestro tiempo”, afirma, en Crítica de la víctimaDaniele Giglioni. “La mitología victimista -dictamina Adriano Erriguel en su reciente e impagable Pensar lo que más les duele– es hoy una palanca de poder, el primer disfraz de las razones de los fuertes”. Pero el peso de unas aseveraciones que refrendan el carácter distintivo del acontecimiento no acaba de clausurar el debate. Se vislumbra, más allá del obsceno aprovechamiento partidista, una cuestión de calado más hondo.

Cuando ya no hay historias compartidas, ni principios estables, ni preocupación por el bien común, todo se reduce al despliegue de una ciega voluntad de poder que se sueña a sí misma

Carl Schmitt nos hizo ver que, una vez la concepción teológica del poder- consustancial al orden medieval- devino inoperante, la historia política de la modernidad se ciscunscribe al relato de su lucha por arrogarse una fuente de legitimidad definitiva. Es en ese contexto donde la víctima adquiere ahora su entero valor. Cuando ya no hay historias compartidas, ni principios estables, ni preocupación por el bien común, todo se reduce al despliegue de una ciega voluntad de poder que se sueña a sí misma en el trance de alcanzar una posición inconquistable. En la plena ausencia de ejemplaridad, en el profundo vacío de un mundo sin héroes, es el poder quien sustrae la noción de víctima de la oscuridad en que languidece y la sitúa en el centro de esa realidad emotiva e inconsistente que los medios de control social se encargan de urdir a diario.

Sin duda, el desconocimiento por parte de las masas de los antiguos referentes civilizatorios (religiosos, estéticos, filosóficos o de cualquier otra especie) facilita la maniobra. Ahora bien, si la víctima debe servir a los intereses de una oligarquía que permanece estratégicamente agazapada, no es prudente que cualquiera sea el designado. Quien desde la sombra otorga las potestades sabe bien el rédito que debe obtener de su elección: una coartada moral que, como escribe Domingo González, “le ayude a organizar las persecuciones”. Porque la condición de víctima implica, simétricamente, la necesaria concurrencia de un culpable. Y en la identificación de ese culpable, en el hostigamiento dialéctico al que se le somete y en el previsible desenlace en virtud del cual su muerte civil quedará más pronto que tarde decretada, se concentra el meollo de la política contemporánea.

¿Cuál será entonces el perfil idóneo de la víctima? ¿Cuáles los rasgos que ayudarán a identificarla como la depositaria del caudal de autoridad que el poder ansía explotar en beneficio propio? No hay forma de contestar a esas preguntas si no se acepta una consideración previa: que la exaltación de la víctima está ligada a la determinación, obsesiva, de establecer el fin de todos los conflictos sociales. Desde el inicio de su revolución, a lo que los ideólogos del Progreso aspiraron fue a la propagación o, más exactamente, a la instilación en la conciencia colectiva de una visión única del mundo. Es a eso, ni más ni menos, a lo que llamamos totalitarismo. A partir de ahí, los patrones culturales que definen la naturaleza de la víctima que mejor se ajusta a semejante intención deben responder a un propósito definido: la disgregación. Los poderosos eligen para la causa que anuncia la plenitud de los tiempos a aquellos colectivos, habitualmente minoritarios, que, al margen de la mayor o menor justicia de sus pretensiones, ayudan a socavar el sustrato de creencias y valores sobre las que se asienta la vida de la comunidad. Desde las instancias donde se juega a programar el devenir del mundo, se promocionan estereotipos imbuidos de una agresividad justiciera, arrebatados por una furiosa insania revanchista. Se les atribuye, como contrapartida a su beligerante labor de demolición, una escala de virtud cuya altura nadie osa cuestionar. Se les provee de un excedente de credibilidad. Se les adorna, en fin, con un superávit de decencia siempre apto para transferir las culpas a los otros, escamotear el peso de la propia carga y eludir las evidencias de la responsabilidad personal.

Los poderosos eligen para la causa que anuncia la plenitud de los tiempos a aquellos colectivos que, al margen de la justicia de sus pretensiones, ayudan a socavar el sustrato de creencias y valores sobre las que se asienta la vida de la comunidad

Los segregados, los apestados, los pobres de antaño apenas interesan ya. Carecen del aura fotogénica que luce esta ultimísima realidad de diseño. Es preferible arrinconarlos, desplazarlos del foco, no vaya a ser que a través de la contemplación doliente de sus llagas caigamos en la cuenta de la impostura que escenifican quienes ahora han sido privilegiados con el monopolio de la queja y el lucrativo usufructo de la indignación. Mejor, más atractivos, los custodios de la posmoderna llama identitaria. Mejor los vociferantes que los silenciosos, los que coaccionan que los apaciguados. Mejor los que, con el característico ardor que se les supone a quienes se comprometen en guerras que saben ganadas de antemano, atacan lo poco que sobrevive del orden previo y facilitan la transformación de los últimos restos de fraternidad comunitaria en convulsas manifestaciones de un individualismo feroz.

Se instituye así una ardorosa casta de insurgentes paradójicamente sostenidos con el estímulo del poder. El inconformismo se domestica, la rebeldía se remunera. Como no podía ser de otro modo, en paralelo al encumbramiento de la víctima subvencionada se produce la devaluación de la víctima real. Y algo más grave que su devaluación: su ocultamiento. Culmina de ese modo la jugada maestra del poder. Se cumple su designio de desmantelar el ethos común y eximirse del deber sagrado hacia quienes más precisan de su auxilio. Los enemigos contra los que estas nuevas víctimas arremeten no son, por lo demás, sino gigantes imaginarios, entelequias infladas por la propaganda, fantasmagorías que, con eficacia rotunda, actúan como banderín de enganche de unas masas entusiamadas con el hallazgo de un enemigo en cuya unánime execración encuentran ellas un elemento de convergencia precaria y un sobrevenido remedo de identidad. Es el triunfo de la abstracción que caracteriza a una época deshumanizada. Es el penúltimo estadio de autodisolución al que nos ha sido dado asistir en este trágico desvanecimiento del mundo.


CARLOS MARÍN-BLÁZQUEZ ha sido columnista durante diez años en prensa regional (‘La Verdad’, Murcia). Es escritor y autor de ‘Fragmentos’ (Editorial Sinderesis, 2017)


este ensayo visualiza con acierto 'el mal' que no podîa atrapar y  molestaba mi instinto:"La víctima como garantía de inmunidad. La víctima como soporte infalible de toda clase de pretensiones...


la cultura de dependencia

 


Otra muestra de las pancartas infantilizantes, muetra de un grupo que no sostiene cabeza, tal es el adoctrinamiento que sigue al pie de la letra.


Por Octavio Guerra

Lo más probable. Tras más de sesenta años, la cultura de dependencia del estado y la corrupción rampante del régimen ha calado la médula ósea de generación tras generación.

 Por otra parte, hace mucho que el régimen se ha preparado para todas las contingencias, hasta la de perder aparentemente el poder. 

Muchos "disidentes", líderes de organizaciones religiosas y otras no son otra cosa que agentes preparados para dirigir y organizar un nuevo estado de cosas, nuevos partidos políticos, instituciones estatales, corporaciones "privadas", hasta la mafia del bajo mundo.

 Han tenido tiempo y recursos para ello. Miami y Europa están llenos de agentes listos para trabajar por ese pretendido nouveau régime que perpetúe l'ancien régime.




sábado, octubre 30, 2021

La caja de pandora, #apocalipsiscubano

 

 culto a la ceniza 

nada, las cosas que se ven en CUBA

 son BARBARAS

José María Heredia, Félix Varela, José Antonio Saco y más de 500 años de historia han sido borrados por la idolatría y el culto al desastre.
Los Castro fundadores? sí, pero del odio, la muerte y la desesperanza de una nación! Fundadores de unos de los capítulos más oscuros de nuestra patria!


se exceden en el espiritismo
En un mundo paralelo de un universo paralelo.


de y para progres cubanos


los carteles que desmayan

por supuesto,  no pueden esperar  A que los chicos decidan lo que desean, a su ritmo, y respetar su voluntad.

por la diversidad sin imponer este tipo de cosas.


A ESTAS ALTURAS, LA INOCENCIA ZURDA









para REIR o llorar? Mensaje: ¡Ahora sí vamos a construir el Socialismo !

 


A las familias cubanas:

Queridas familias nos dirigimos a Uds., pese a las calumnias que el gobierno vierte sobre nosotros impunemente, como cubanos. (plural del populismo) Como ustedes, queremos un país mejor, pues antes que ciudadanos somos hijos, padres, nietos, hermanos y primos. Somos jóvenes en nuestra inmensa mayoría. Hemos visto salir a nuestros familiares y amigos de Cuba porque no encuentran futuro en esta tierra asfixiada de política y autoritarismo. Exigimos por vías pacíficas que se respete el derecho que cualquier persona tiene de pensar diferente. Queremos que Cuba sea verdaderamente la casa de todos y que como una gran familia podamos echar adelante: sin injerencias del vecino y sin dejar a nadie atrás. Pero para eso necesitamos respetarnos, sanar las heridas, trabajar juntos.
Nosotros pasamos las mismas penurias que ustedes y perdemos largas horas haciendo colas para conseguir comida y medicinas. Intentamos sobrevivir en esta “luchita cotidiana”. También nosotros nos vemos obcecados en ver cómo resolvemos para llegar al día siguiente. Es duro, máxime cuando tenemos otras personas a nuestro recaudo. La única diferencia entre nosotros y una parte del pueblo cubano es que sentimos que la vida en Cuba solo va a peor. Llevamos muchos años esperando a que una élite de elegidos cumpla sus promesas. Cada año el sueño de una vida próspera no solo está más lejos, sino que se materializa como una pesadilla.
Lo que queremos es un país mejor; si la forma en que se han hecho las cosas hasta el día de hoy no ha funcionado es hora de pensar en cambios. Pensar así no nos hace malos, ni "gusanos", ni delincuentes. Nos hace diferentes. Nosotros respetamos a los que piensan diferente ¿por qué no puede respetársenos a nosotros? ¿Acaso por eso somos menos humanos o menos cubanos? Queremos que todo proyecto de Nación soberana dignifique la vida humana y que el Estado vele por los derechos de su pueblo todo, no de una élite privilegiada. Nos urge una Cuba que no permita que nuestras cárceles sigan llenas con los más de 500 jóvenes cuyo único crimen fue pedir un país mejor el 11 de julio. (PEDIAN LIBERTAD)
Sabemos que a muchos les duelen las historias de esos muchachos, que están siendo condenados con altas penas ejemplarizantes. Familias cubanas, una cárcel le fastidia la vida a cualquiera ¿hasta cuándo vamos a seguir callados ante la injusticia? Si mañana el gobierno decide incriminar a sus hijos o como a tantos otros los obliga a irse del país lazándoles al mar o instándoles a cruzar la selva del Darién, ¿seguirían en silencio? Abuelos y Padres, bien saben muchos las injusticias que se han vivido en este país y que se han callado por temor. Entendemos sus miedos y razones, pero de la verdad podemos correr por un tiempo pero no escondernos de ella para siempre. Todos los males que eligieron no enfrentar, ahora pesan sobre el presente y futuro de sus hijos y nietos.
Criticar o silenciar a sus hijos no hace más que contribuir al problema. En lugar de eso, pregúntele a sus jóvenes cuáles son sus sueños, qué quieren para la Patria. La familia debería está por encima de cualquier ideología o doctrina; la humanidad por encima de cualquier partido. Al menos así pensamos nosotros y muchos otros. (pIDEN PERMISO PARA QUE LOS DEJEN SALIR A PAPA RAUL? )
Las imágenes publicadas en las redes sociales y los discursos gubernamentales están llenos de un odio aberrante. Invitan a la violencia fraticida con maderos y armas. Nosotros en cambio invitamos al amor y la concordia, a recitar “Cultivo una rosa blanca” frente al uso de la fuerza.
Queremos nuestras familias a salvo y unidas, no sesgadas por orden y desvarío de un gobierno, el mismo gobierno que está convocandos "planes de la calle" y actividades recreativas que involucran a niños. Por favor familias cubanas, no permitan que el bien supremo de la Nación sea usado como escudo antimanifestación. Nuestros niños son de las pocas alegrías que le quedan a este conjunto de islas que se caen a pedazos.
El 15 de Noviembre no permitamos que nadie usurpe la legítima e intransferible autoridad de los padres sobre los hijos en el proceso formativo. (act escolar)Los niños cubanos están para reír, jugar y soñar con un futuro distinto, no como instrumentos o armas políticas. Piensen que esos pequeños y adolescentes se merecen un futuro mejor, que esos son nuestros hijos y sobrinos también, que tienen derecho a tener la Cuba de las soluciones, las oportunidades y los proyectos, no la de los exilios.
El 15 de Noviembre sabemos que muchos saldrán a marchar con nosotros; desde Archipiélago pedimos a los manifestantes evitar todo espacio donde estén los infantes. Si ven un Plan de la Calle con niños, tomen la dirección contraria.
Queridas familias cubanas, también les queremos pedir que no formen parte de las Brigadas de Respuesta Rápidas o de cualquier otra estratagema empleada desde el Gobierno para generar violencia. Piensen que con cada golpe lastiman a otro ser humano, golpean sueños, cortan esperanzas y destruyen la posibilidad de un futuro mejor para todos. No podemos seguir cometiendo los errores del pasado prestándonos para los mítines relámpagos o las órdenes de combates.
Apelamos a sus conciencias, si tienen pensado lanzar un palo contra un manifestante, por favor mira a tus hijos y piensa en los jóvenes del 15N, en sus padres ¿que resuelves con golpear a un ciudadano? Los golpes no sirven para matar ideas. Si no estás de acuerdo con nuestra forma de pensar, pues dínoslo en franca conversación desde el respeto mutuo. No te dejes arrastrar por el odio: a Cuba ponle cerebro y sentimientos de verdad, más allá de cualquier slogan o consigna.
Nosotros no somos mercenarios. Nadie se entrega a una posible condena judicial por dinero, sino por el peso de las convicciones y los deseos de una vida digna. Piensen familias, el 15 de Noviembre puede ser una fiesta de la reconciliación y el respeto al otro. (y qué van a hacer con los Castro, los militares asesinos, el gobierno de dedo?) Cuba se merece un futuro mejor, sé protagonista del cuidado de la persona humana desde el gesto pequeño y el respeto a los hijos de esta tierra piensen como piensen. Como bien dijo el Padre Félix Varela, recuerden que “los jóvenes son la dulce esperanza de la Patria”. Apóyenlos en sus ganas de soñar un futuro mejor para Cuba, junto a sus amigos y familia, en la tierra que los vió nacer.
Equipo de moderadores de Archipiélago.

Mensaje: ¡Ahora sí vamos a construir el Socialismo !




El Granma marca la agenda


 El Granma marca la agenda.

POR EL PODER

DEL SOCIALISMO




viernes, octubre 29, 2021

Desenmascarando al Foro de São Paulo

cuando la cara es màs dura que la DICTADURA se escribe esto

 

Necesitamos que el mundo deje de creer las mentiras del #RégimenCubano y se ponga del lado del pueblo. Necesitamos dejar de hablar de '#RevoluciónCubana' y empezar a hablar de la Revolución que están haciendo los cubanos hoy. #PatriaYVida #NoMasPropagandaPolítica #NoMasMentiras

esta sra llegô a diciembre de 1958, en fin

NO SABE DECIR DICTADURA
NO SABE QUE DESDE EL COMIENZO HUBO FUSILAMIENTOS
NO SABE
POBRE ROJITA

no ha tardado, hace una semana mencioné que serîa el prôximo lema....

cada pueblo es digno de su suerte


lo que me inquietaba ,


estàn arrastrando al cubano de a pie en el 'adoctrinamiento disidente' de izquierda, los convocan como carne de cañôn, sin que importe su suerte. Nada de eso les ayuda a salir del adoctrinamiento. No tengo por qué insistir, cada pueblo es digno de su suerte, y deja de ser tema de mis posteos.


Por Cristina Monteblanco

Marga siempre acertada, con pocas excepciones toda la disidencia y opositores son de izquierda, y siendo asî con ellos no quiero nada, ni siquiera por Cuba, mis convicciones me lo impiden, mi moral me lo impide, mi dignidad me lo impide, asî de sencillito y en cuanto me lo huelo cierro. Conmigo no hay medias tintas o eres o no eres , no creo tampoco en aquellos que mezclan polÏtica con la religiön porque son incompatibles, experiencia tengo de eso aquî en Italia con la democracia cristiana, partido polîtico legado al Vaticano que màs daño ha hecho a este paîs, fechorîas que serîa demasiado largo contar. desde mafia, corrupciôn, ilîcitos y oscuridad




jueves, octubre 28, 2021

condescendientes.

 

para los jovencitos que piden BORRON Y CUENTA NUEVA



"Qué cosa fuera la masa sin cantera" zurda, zurdita, fresa, fresita, rojo punzó

 



por

Ailer Gonzalez Mena


Extraído de Martinoticias:

( "Respecto a las acusaciones de que Archipiélago es una plataforma impulsada por el Gobierno estadounidense, Yunior García Aguilera afirmó: que "salió de una cabeza cien por ciento cubana" y que la primera persona que tuvo conocimiento de ello fue el trovador Silvio Rodríguez, con quien se reunió tras las protestas del 11J" )
Así que el juglar por excelencia de la tiranía, el fetiche de la izquierda guerillera y trasnochada es el autor intelectual...

"Qué cosa fuera la masa sin cantera" 😂
La tiranía ya tiene su reformismo en "marcha" con una "disidencia" hecha a su medida, sin justicia a los Criminales del holocausto castrista, sin Memoria ni Verdad, la Revolú de los piquito de oro, de los amiguitos vamos todos a cantar"...zurda, zurdita, fresa, fresita, rojo punzó...




nOTA BLOGGER: Lo maravilloso es que ya encontraron el unicornio azul. Pa qué comentar, esta disidencia preparada por los hermanos Rojas, seleccionada por Fernando, ubicada por Rafael, tiene brazo largo, y el Silvio con su cuerno azul en el medio tirando arcoiris por todos lados, sia cara'

miércoles, octubre 27, 2021

La actitud revolucionaria de ARCHIPIELAGO es incandescente

 



Carta Abierta al Sr. Miguel Díaz-Canel Bermúdez:

Un fantasma recorre ( comienzo del Manifiesto Comunista, un fantasma recorre Europa) la mente del gobierno cubano, el fantasma de Archipiélago... En su última comparecencia, usted, presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, (ah, ya no es puesto de dedo, hubo elecciones) se refirió a la Marcha Cívica por el Cambio convocada por Archipiélago de la siguiente forma, y citamos textualmente: “Es un plan orquestado, se involucran tanques pensantes y portavoces del gobierno de Estados Unidos en la concepción y preparación de estas acciones”.

No somos “tanques pensantes (ver pag ECuURED). Simplemente decidimos ejercer nuestros derechos, para eso no se requiere tanto intelecto, solo decisión y convicción. Tampoco precisamos que nadie nos mande, ni el presidente de Cuba ni el de ningún país, mucho menos el de Estados Unidos. Si tiene alguna prueba con la cual fundamentar sus afirmaciones, lo invitamos a que las exponga públicamente, aunque tanto usted como nosotros sabemos que ello será imposible pues tales vínculos no existen.

El único dictado al que respondemos es al de nuestras conciencias. La única voz a la que respondemos es a la de los millones de cubanos y cubanas obligados a dedicar jornadas completas para adquirir productos cada vez más caros en una moneda que no disponen; la voz de las familias que han perdido seres queridos por la precaria condición de la infraestructura médica cubana, en la cual no se invierte lo que se debiera; la voz de los miles de trabajadores cuyos salarios no les alcanzan para llegar a fin de mes; la voz de madres, hijos y hermanos de los manifestantes del 11J procesados cual viles criminales y sancionados en juicios sumarios sin debido proceso; la voz de la juventud que ante la falta de futuro se ve obligada a abandonar el país; la voz de las madres que lloran en silencio a sus hijos; la voz de los cientos de presos políticos, los exiliados, y los desterrados; la voz de las generaciones que se sienten traicionadas por un proyecto que hace mucho dejó de ser revolucionario para ser excluyente; la voz de los cubanos que han perdido la vida intentando huir de esta isla; la voz de los ciudadanos que quieren que las cosas cambien.

No podríamos quedarnos indiferentes ante tanto dolor y desidia por parte de su gobierno ni aunque quisiéramos.

La Revolución, que alguna vez se planteó como un proyecto por los humildes y para los humildes, fue sepultada por el totalitarismo hace décadas, el cuál hoy exhibe una mentalidad de hotelería y mercantilismo. Que conste, no nos oponemos a que el gobierno cubano apueste al desarrollo de la industria de servicios, sino al costo que conlleva la manera en que se hace.
Tampoco nos oponemos a que se defienda la soberanía del país; a lo que nos oponemos es a que se justifique la represión, la ausencia total de espacios democráticos y la violación de los derechos de los ciudadanos mediante supuestas amenazas a la soberanía.
Se nos acusa de intentar desestabilizar el país, sin embargo el que ha desestabilizando el país es usted.
Nosotros no instruimos un reordenamiento económico que tiene poco que envidiarle a esos paquetazos neoliberales que su gobierno denuncia en Latinoamérica; nosotros no acosamos ni apresamos personas por razones políticas; nosotros no dimos una orden de combate lanzando cubanos y cubanas a una guerra fraticida; nosotros no dejamos sin abastecimiento las tiendas y establecimientos en moneda nacional; nosotros no somos responsables de la inflación exhorbitante del país; nosotros no hemos organizado brigadas de respuesta rápida (bandas ultraviolentas) para golpear a quien piense diferente; nosotros no hemos violado los derechos humanos y constitucionales de nadie; nosotros no hemos puesto el país en pie de guerra para enfrentar a manifestantes pacíficos. (Nosotros? no tengo idea de este plural, la Dictadura lo usa precisamente para reprimir como para borrar al individuo, serà un nosotros imaginario, sin poder? o Nosotros, simplemente como un recurso de la PNL para que el que lea se reconozca?)
Las intenciones de la manifestación que convocamos para el 15 de noviembre fueron expresadas públicamente y están contenidas en las cartas dirigidas a las intendencias y que a continuación citamos: “contra la violencia, para exigir que se respeten todos los derechos de todos los cubanos, por la liberación de los presos políticos y por la solución de nuestras diferencias a través de vías democráticas y pacíficas”. Aunque las autoridades pretendan ignorar o torcer los hechos, estas son nuestras intenciones, las cuales se amparan en la Constitución cuyos artículos 54, 56 y 61 reconocen nuestro derecho de libertad de expresión, manifestación, petición y queja. (se acabô el querer, la CONSTITUCION CUBANA avala todo eso? y desde la primera lînea se declara socialista? es para darle valor al documento?)

¿En que parte de esas cartas se dice que no queremos el bien supremo de Cuba o que somos ciudadanos carentes de valores patrios? Si remitimos cartas a las autoridades es porque las respetamos. Que no estemos de acuerdo con el orden establecido y querramos un cambio no significa que estemos intentando derribar por la fuerza el sistema.
Tenemos diferencias pero entendemos que a través del diálogo nacional se pueden lograr los cambios democráticos que Cuba necesita. Cuales sean esos cambios no está en nuestra capacidad definirlos ni en su persona, presidente, negarlos. Corresponde a los cubanos de todos los signos e ideologías resolver sus diferencias.
No le corresponde a usted como presidente determinar quiénes son interlocutores válidos, ni a nosotros tampoco. Esa tarea le corresponde al pueblo cubano (a todos), tanto a los millones que están dentro como a los que viven fuera de la isla; le corresponde al pueblo, en quien según el artículo 3 de la Carta Magna reside la soberanía intransferiblemente.
No tenemos que estar todos de acuerdo, nadie ha afirmado algo así. Basta que haya una parte de la ciudadanía en desacuerdo con la forma en que se han estado haciendo las cosas, que tenga la voluntad de buscar soluciones a estos problemas y que esté dispuesta a sentarse civilizadamente con la otra. Y esa parte ya existe, si no le convenció de ello la multitudinaria masa que salió a las calles el 11J y que usted criminalizó y reprimió, cerciórese ante el apoyo a la iniciativa de Archipiélago. Los órganos de seguridad saben que no hace falta que tenga lugar el 15N para hacer patente ese apoyo. Los extremistas y los violentos existen a ambos lados de esta ecuación. Nosotros no representamos los extremos; esgrimimos la paz y el civismo, aún cuando se nos amenaza con la violencia.
No somos una fuerza política, ni mucho menos un partido; somos ciudadanos cubanos; nos preocupa nuestra sociedad. Nuestro gobierno no es el de los Estados Unidos sino el suyo, presidente, y por ende es a ud. a quien dirigimos nuestras inquietudes, pues es su responsabilidad como principal representante del Estado cubano llevar el país por buen camino y reconocer los errores; por todos lados se escuchan las voces que piden democracia y un nuevo pacto social, refrendado con elecciones transparentes.
Cada gobierno es responsable del bienestar y seguridad de sus ciudadanos, lo cual en materia de Derecho Internacional se conoce como “responsabilidad de proteger”. Pero si como ha sido el caso, persigue, amedrenta y reprime a su propio pueblo, no espere ni que nosotros lo consintamos, ni que pase desapercibido por la Comunidad Internacional, de la cual para bien o para mal, Estados Unidos forma parte.
Es su administración la que mendiga por la venia de los Estados Unidos, aboga por la normalización de relaciones comerciales y por el fin del embargo económico. En su búsqueda de reconocimiento, los funcionarios y voceros del gobierno están más preocupados por los derechos de los ciudadanos norteamericanos que por los nuestros. Siempre se habla de las afectaciones del embargo norteamericano a Cuba, pero no está dispuesto a admitir las violaciones que se cometen bajo su mandanto.
Usted ha amenazado públicamente con reprimir a quienes se manifiesten el venidero 15 de noviembre. Estados Unidos ha respondido que no tolerará ningún acto de represión y amenaza con sanciones. Esas sanciones nos preocupan, pueden bien ser dirigidas contra funcionarios o ser más generales y afectar al cubano de a pie. El hecho es que las sanciones son un acto unilateral de parte de los Estados Unidos en respuesta a su amenaza. Ha sido su accionar, presidente, el que ha servido al país en bandeja de plata a nuevas sanciones, no solo norteamericanas, pues le recuerdo que a raíz del inclumplimiento del Convenio de Cooperación Cuba-Europa, la Eurocámara está preparada también para aplicar sanciones a su gobierno.
Si quiere prevenir que la Comunidad Internacional acuse y condene las violaciones de derechos en nuestro país, existe un método sencillo: no permita que se violen derechos impunemente y reconozca el disenso político. Si quiere evitar que en foros internacionales se califique al país de dictadura, conduzca a Cuba como el Estado de Derecho que la Constitución refiere en su artículo 1 y respete las voces de la nación que exigen un cambio.

Nosotros no somos responsables de la condena a su gobierno. No queremos que nuestra protesta se instrumentalice por nación extranjera alguna; pero si la condición para evitarlo es guardar silencio ante lo mal hecho, no lo haremos. El pueblo cubano lleva más de 62 años resistiendo en silencio todos los desvaríos de la gobernanza. Y cada año la confianza que se depositó termina en saco roto.
La protesta en Cuba ha demostrado ser necesaria. Hizo falta un 11 de julio para que el gobierno autorizara a toda prisa la entrada de medicamentos, para que recordara que los barrios humildes existen, para que se entregara un módulo de alimentos, para que se acometieran obras de mantenimiento y restauración en los espacios públicos, rebaja de planes de datos móviles, y que finalmente se aprobaran e incorporaran las famosas “MYPIMES” al esquema de las Formas de Gestión No Estatal. Han logrado que su gobierno se ponga a hacer lo que debía haber hecho antes, que es velar por los sectores más vulnerables de la ciudadanía. (ah, porque no salieron por la LIBERTAD?) Estas acciones son nimiedades en comparación con la montaña de deficiencias y problemas políticos, sociales, económicos y sanitarios que enfrentamos; pero si no hubieran habido manifestaciones y protestas ni siquiera estas minucias las hubiéramos recibido. El pueblo ya sabe que contra la desidia solo cabe la protesta, el 15N no será la última que encontrarán en su camino.
Si a las autoridades y al Partido Comunista le molesta que se haga evidente la falta de consenso que tiene su gobierno entre la población cubana, pues la solución no está en culpar al otro, sino en resolver los problemas que motivan el descontento. (RESOLVER?)No se escude en el fenómeno para esquivar las causas. Cuba es un país soberano y por ende la responsabilidad de conducir la nación por buen cauce corresponde única y exclusivamente a su gobierno. Biden no es el presidente de Cuba, sino usted, Miguel Diaz-Canel; toda acción conlleva una reacción que puede acarrear buenos y malos resultados. La madurez y la responsabilidad que requiere su cargo dicta que asuma ambas ante el pueblo cubano y la comunidad internacional. Si de algo ha servido la pandemia es para recordarnos que aunque se diga que somos una isla, no existimos de espaldas al mundo, formamos parte de él.

El maniqueísmo, la polarización y los extremismos no son buenos consejeros. No se puede administrar un país como se administra una finca. No es una cuestión solo de principios o voluntad, sino de objetividad y pragmatismo. El sistema económico y político ha pasado rápidamente de ser una peculiaridad a un anacronismo, y a este paso, una aberración. Pueden implementarse todas las reformas legales o económicas que se quieran; mientras siga imperando la mentalidad de guerra fría amarrada a conceptos de más de seis décadas y la exclusión del disenso político, no hay evolución posible; y una sociedad que no evoluciona está condenada al fracaso.

Presidente, usted se ha reunido con sus partidarios e incluso algunos le han dicho ciertas verdades en la cara, verdades algunas que no distan mucho de la que cualquiera de nosotros podríamos decirle, y otras sabemos que no serán del agrado del Partido Comunista, pero como cubanos nos asiste el deber y el derecho de decirlas. Sin embargo, se niega a escuchar a aquellos que no comparten sus mismas ideas, aún cuando compartimos la misma patria, cultura e idioma. Solo por pensar diferente se nos niega el respeto y la palabra. No es necesario seguir tropezando una, dos y tres veces con la misma piedra. ¿Es que "diálogo" y "cambio" resultan palabras tan ominosas a los oídos de la gobernanza?

La violencia solo genera más violencia, el odio solo genera más odio. No se encomiende a esos recursos, presidente, pues tarde o temprano uno recoge lo que siembra. La soberbia no se come, no genera riqueza, empleos, ni prosperidad.

El 15N saldremos a manifestarnos como ciudadanos que somos por convicción y voluntad propia. No necesitamos su venia y aunque no lo quieran reconocer sus voceros, los derechos no se “aprueban”. Todos han visto que la única incitación al odio y a la violencia viene de su parte.

Los alaridos de sus partidarios recuerdan los ecos del fascismo que tantos millones de muertos ocasionó al mundo. Nos oponemos a tales métodos y los denunciamos. Nosotros pondremos el cuerpo y el civismo. La sangre y la violencia, de ocurrir, van por usted.
Respetuosamente,
Lic. Fernando Almeyda Rodríguez
MsC. Leonardo M. Fernández Otaño


solo FALTA de que cualquiera de ellos grite
LA REVOLUCION DENTRO DE LA REVOLUCION
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