Guillermo Vargas,artista costarricense
causó polémica cuando expuso sus fotografías, y en una esquina de la galeria, amarró a un perro desnutrido.
El público visitaba las instalaciones, y parecía no importarles el estado del pobre animal. Finalmente, el perro murió de hambre atado en aquél rincón.
“Me reservo decir si es cierto o no que el perro murió. Lo importante para mí-dijo el autor-
era la hipocresía de la gente:
un animal así se convierte en foco de atención cuando lo pongo en un lugar blanco donde la gente va a ver arte pero no cuando está en la calle muerto de hambre. Igual pasó con
Natividad Canda, la gente se sensibilizó con él hasta que se lo comieron los perros".
“Nadie llegó a liberar al perro ni le dió comida o llamó a la policía. Nadie hizo nada”.
“Recojo lo que miro... El perro está más vivo que nunca porque sigue dando qué hablar”.
3 comentarios:
La anti-ética aparece y reaparece por todos lados dictando al auditorio ideas inútiles e inservibles, dando ordenes que vienen en forma de alaridos impotentes e indescifrables, ensayando nuevos atuendos, enfundado en una camisa de cuadros rojos que aparenta ser reciclada de una antigua saya del extinto uniforme de coopelia.
Como desmoraliza a los mortales el exceso de existencia de los degenerados.
la historia es fuerte, pero si además de un perro, en otra esquina pones a un niño, el foco de atención (y arrumacos) será el perro
Asi es David, y para colmo, aqui en francia si miras sostenido a un niño, lo ayudas a levantarse cuando cae en la calle, o lo celebras con un gesto tierno tal que tocarle el cabello...puede que debas explicarte en la comisaria de policia; sin contar que vienen preparados, en la inmensa mayoria de las casas, no tienen derecho a comer con los mayores...
Asere, comparto tu asociacion, parece un saco sin fondo, ESTO es PURA MAGIA!!!!
abrazos
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