por Jacobo Londres
A Coco Fusco se le ha definido como artista interdisciplinaria, esto es: a veces se porta bien y a veces se porta mal. Una de las veces en que se portó mal fue cuando intentó adjudicarme (luego de haberme bloqueado) la autoría de unas ofensas anónimas y estilísticamente horrendas que le enviaron “supuestamente” por email. Como me aburrió tremendamente continuar la tiradera con ella, por ser una oponente intelectualmente indigna, olvidé decir que, según afilados modelos linguísticos y psicológicos que establecí sobre ella con rapidez, estoy absolutamente convencido de que ese email no existió, y que fue ella misma quien se lo inventó. “¿Yo?” Sí, tu mismita. Qué predecible es el personal que se dejó meter la pinga (metafórica) de Coco. #muestraelemailCoco
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