El chapapote mata en Madrid. Decenas de aves mueren en una laguna contaminada de Arganda dos años después de comprarla la Comunidad.
La laguna, del tamaño de un estadio de fútbol como el Santiago Bernabéu (1,2 hectáreas), es espeluznante: la orilla está plagada de diferentes especies de aves muertas y enfangadas por el chapapote que cubre la charca.
Un profundo hedor recorre la zona, una mezcla a aceite industrial y gasóleo. La ribera de la laguna está salpicada de bidones de productos químicos. El agua es grisácea y provoca un efecto espejo en la laguna, sobre la que se reflejan con perfecta nitidez las nubes.