en que le llamaban "el caballo", yo que siempre ha amado a estos animales y me pasaba el día sobre el viejo jamelgo de mi abuelo, comencé a tener pesadillas, en las noches sentía como trotaban en la acera y subían la colina algunos potros furibundos. Sin dudas estaban tratando de crearle una leyenda, porque en casa le identificábamos como "cara de coco".
Pasa siempre, el tiempo rinde justicia, salva a los caballos. El infame presidente es, en todo caso, esta imagen de terror, con su hermano, quizás con su hijo, o un “guardalomos”, quienes han ido instalando en la isla la desolación, que comparo, con la creación de Grzegorz Kimn.
Después preguntan por qué estamos un "poco tarados" los cubanos...
irregular flow from ozan tekin on Vimeo.