Para uso interno y externo:
Inscribirse en una oficoda para poder repartir elogios como reprimendas.
Mantener la “libreta” al día, las frases, lo que se debe decir, a quién mencionar, o quién apabullar, con quién reunirse, en que blogs comentar… y campanearse como si todo en esta vida fuera declararse “castrista” o “anticastrista”, olvidando que la esencia es que son antagónicos y por nadita de los tomates verdes, que comimos en cantidades industriales, en aquellas escuelas al campo, debo parecerme.
Crearán cuanto comité estimen pertinente, asociación o brigada de respuesta rápida, pero la persecución y la chivatearía, venga de quien venga me es despreciable.
Cultivar la memoria con sabiduría; el represor, el que maltrata será juzgado por las leyes que trato existan en mi país, no le voy a dar puntos al gobierno de la Habana, poniéndome a su lado, ni por un instante que se aproveche, que utilice la fuerza de esta justicia contra la dictadura, para confundir aún más al pueblo cubano, que debe escoger, entre ellos “HP consagrados” y los nuevos come morillas, la casta de vengativos del exilio.
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El momento venido responderán. Es de tanta ingenuidad pensar que eso puede detener a un fidelista de que reprima, o de golpes a una mujer, que llega a convertirse en ilógico y malsano.
NO+VIOLENCIA
