Experimento realista: suelte usted un individuo en medio de la jungla virtual; déjelo día a día monitorear, tergiversar, calumniar al vecino, o culpabilizar al pionero, al que tomo helado en el coppelia, o se dio tremendo mate en el Malecón porque en esa época debía haber sacado una pancarta, o hacer esto o lo otro.
Déjelo también reinterpretar la historia sin haber pasado por la carta de racionamiento o la mirada de la presidenta del comité y siga usted la plantilla oportunista: ni proteste, o será acusado de antidemocrático extremista…Sea tolerante, déjelo batiendo Marañas con mala leche, punteadas de citas filosóficas, buenas para rellenar y pasar por culto…
Siga como si nada pasara, y entrara sin darse cuenta en complicidad con el terrorismo de plomo, la machacha por la que se fue de Cuba, bien servil y amaestrado frente al roedor de individuos, parecido a los Castro…
a veces pasan décadas antes de comprender que estamos privados de isla porque nos fuimos y quisimos ser libres y honrados. Algunos necesitan un dictador, como otros de la ternura…