Muéve tu seboruco

Cuando se sale de Cuba todo está por descubrir. El mundo puede darte un trauma, que según la persona y quienes o qué te reciba superas rápido o poco a poco. Muchos, jamás olvidan esas primeras sensaciones y sobre ellos pesa el síndrome de victimas, pues eso hemos sido y es la primera tara que hay que golpear.

El discurso castrista pone al exiliado como una persona que ha abandonado, - familia, madre, tierra- culpabilizando hasta el tuétano; una persona que ha huido y no tiene derecho a la palabra. Yo lo viví y de tiempo en tiempo me hunde la moral.



¿Por qué seguir dándole a la machaca inhumana? El hombre siempre ha viajado para recuperarse de daños, para preparar el sueño, tomar fuerzas, comer, ayudar, porque le da la gana, para eso es libre…las razones son extensas, personales, y variadas. Y también cambian, como cambia el deseo de regresar. Nunca serás el mismo que fuiste; de no saber quién eres, puedes llegar a ser un adaptado tan ciudadano de otro estado, que de la isla, a no ser por los parientes, ni quieres hablar.

Todos los días al levantarme me digo “Cuba no es de nadie, yo soy cubana” y voy, porque allá no necesitan mi nostalgia, ni mis problemas de adaptación; lo que viven en la cotidianidad se llama pobreza, hambre, limitación de palabra, y falta de elección que amputa los miembros.

Allá necesitan que yo crea en el cambio y que les mande ESPERANZAS.
Un anónimo comento en este blog.
Patria Libre dijo...

Margarita:
“El problema es que los blogs cubanos que piden la libertad de Cuba y tratan de alertar a la prensa internacional no hacen más que cocinarse en su propia salsa. Lamentablemente, nadie escucha (sí, el título del documental de Almendros sigue vigente).

Para empezar, habría que hacer un blog en inglés para que todo lo que decimos, comentamos y denunciamos llegue realmente al resto del mundo. Mientras tanto, toda denuncia que hagamos quedará circunscrita a esta especie de municipio que es la blogosfera cubana. Fíjate que ni siquiera lo que se habla en estos blogs llega a los latinoamericanos o españoles, a quienes rara vez (por no decir nunca) veo comentar en ellos. Así es que aunque yo misma participo de vez en cuando por estos predios, no me hago ilusiones de que tenga efecto alguno.”

Cocinemos la salsa en buen plan, rompamos círculos viciosos con los dictadores, busquemos traductores, abramos un sitio de excepción, pero vamos, Patria, como un airecillo que se perfila, y sean banderas, mariposas, confetis, hagámonos adultos responsables, sin santos o con ellos, sin peros o con peros, en acciones, y luego veremos hasta donde llegamos. Seremos fuerza cuando todos estemos en esto. Espero se llame Libertad.



¿El miedo? El miedo es más grande mientras más bola le demos- se aloja en la cabeza-. Propongamos acciones concretas- desafiando la represión, -y que no me salga nadie diciendo “lo haces desde aquí afuera”, lo hago desde donde estoy que es mi presente- ni “los de adentro son los únicos que pueden opinar”. Los de adentro son necesarios, sin ellos nada se hará, pensemos en grupo… por qué no se ponen trapos blancos en las ventanas, en todas las casas cubanas, en símbolo de queremos paz, sin esa cochina guerra “ideológica” que han lanzado los Castro para seguir en el poder. Una bandera blanca en solidaridad con las damas de blanco, los presos de consciencia, a ver, quién desde la isla fija el día y la hora…quién?

Y dejen en comentarios todo lo que se les ocurra hacer, ya nos iremos adaptando a las circunstancias. Todo, menos dejar de hacer, ya que no se avista dialogo, y con los esbirros no habra cambio.